La situación de las recepciones en las distintas zonas es un tanto desigual, como puede entreverse en parte analizando las fábricas que continúan abiertas. Permanecen en marcha las fábricas de Miranda y Peñafiel. La primera de ellas muy posiblemente cierre definitivamente sus puertas a finales de esta semana, de modo que la remolacha que aún permanezca en las tierras deberá desplazarse a otras fábricas. En cuanto a Peñafiel, en principio tiene asegurada la molienda hasta el próximo lunes.

Toro cerró temporalmente sus puertas el día 5 de diciembre en tanto que la Bañeza lo hizo el pasado miércoles 17, cuando aún faltan de entregarse en torno a un 45% y un 65% respectivamente de sus aforos.

Ante esta situación, y considerando que no obstante las fábricas están cerradas, son numerosos los cultivadores que pueden entrar en sus tierras a efectuar la recolección y posteriormente entregarla en los centros fabriles, COAG insiste en que, con el fin de minorar los aumentos de costes de transporte derivados de los cierres de Benavente y Monzón (al haberse multiplicado las distancias de entrega desde entonces), Azucarera Ebro debe hacerse cargo de los sobrecostes por aumento de distancia tanto del porte de la raíz como del descuento. Conviene recordar que viene siendo tradicional que la Industria asuma los sobrecostes de la raíz en los últimos años. Además, no se entendería que no atendiera la demanda de COAG cuando, destaquemos, que el aumento de las distancias ha sido una imposición de la Reestructuración planificada por la Industria y con el beneplácito de la Consejería y las otras OPAs.

Por cuanto respecta a la otra Industria, ACOR, sus recepciones andan mucho más ajustadas y sigue molturando prácticamente las recepciones que diariamente recibe. No resultaría extraño que cerrara sus puertas en los próximos días.