Como un jarro de agua fría ha caído en el sector azucarero-cañero de Australia, el que finalmente se haya excluido el azúcar del acuerdo comercial con Estados Unidos. El sector australiano, muy orientado hacia la exportación y más competitivo que el norteamericano pensaba sacar beneficios de este acuerdo, que finalmente no han podido ser. Tanto EEUU como Australia han acordado que en lo que al azúcar se refiere, la liberalización que haya será solo la que se derive de las negociaciones multilaterales de la Organización Mundial del Comercio (OMC), sin que haya concesiones en el acuerdo bilateral.

En un año electoral, la oposición del partido laborista se ha apresurado a criticar este aspecto del acuerdo, tratando de capitalizar el descontento de los cañeros. El Gobierno por su parte se ha apresurado a anunciar un paquete de ayudas para el sector azucarero, adicional al de 150 millones de dólares canadienses que anunció hace año y medio.

Por el contrario, el sector azucarero norteamericano, incluyendo a remolacheros y cañeros, agrupados en la American Sugar Alliance (ASA), ha aplaudido la exclusión del azúcar en el acuerdo con Australia, instando además a la Administración Bush a que reconsidere las concesiones dadas a los países centroamericanos en el marco del Acuerdo de Libre Comercio de Centroamérica (CAFTA)