Toledo, 17 de diciembre de 2004. La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Castilla-La Mancha ha instado a la consejera de Agricultura, Mercedes Gómez, a defender con firmeza los planteamientos demandados por esta Organización respecto al modelo de aplicación de la reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC), que se podría determinar el próximo lunes en el seno de la Conferencia Sectorial de Agricultura que se celebrará en Madrid.
ASAJA se ha manifestado radicalmente en contra de cualquier recorte adicional de las ayudas comunitarias y ha abogado por un desacoplamiento total de las mismas, tanto en los productos agrícolas como ganaderos, al considerar que se trata de la opción más rentable para los productores.
Con la reforma de la PAC se estableció una ayuda única por explotación, en función de las ayudas percibidas por cada agricultor durante el periodo de referencia 2000-2002, que sería independiente de la producción y, por tanto, desacoplado de la misma. No obstante, se dejaba la posibilidad de que los Estados Miembros fijaran un desacoplamiento parcial o total.
Para ASAJA de Castilla-La Mancha el desacoplamiento parcial generaría una agricultura “encorchetada” que obligaría al agricultor a sembrar las tierras poco productivas, lo que además conlleva elevados costes de producción pero mínimas cosechas, para cobrar la totalidad de las ayudas percibidas en el periodo de referencia. Se calcula que en Castilla-La Mancha estas tierras poco productivas podrían alcanzar las 800.000 hectáreas y, por tanto, se corre el riego de que se dejen de sembrar por no ser económicamente rentables lo cual supone una merma de los fondos procedentes de Europa.
Sin embargo, la Organización reconoce que aunque el desacoplamiento total podrían conllevar un cierto abandono de algunas tierras, éstas serían las menos productivas por lo que, para el conjunto del sector agrario y ganadero sería más interesante esta opción ya que, por una lado, se reduciría la complejidad burocrática y, por otro, se mantendría la producción ya que seguirían explotándose las superficies más productivas.
ASAJA viene solicitando desde hace más de un año que la aplicación de la PAC se realice a través de un desacoplamiento total en todos los sectores, igual que se ha hecho en la mayor parte de los países de la Unión Europea (UE), ya que desde la Organización Agraria se entiende que el desacoplamiento es la medida que fomenta la orientación de las producciones a los mercados.
Esta orientación, según ASAJA de Castilla-La Mancha, resulta imprescindible para adecuar la agricultura y la ganadería a la nueva situación que se va a crear en los próximos años, con la aplicación plena de la reforma de la PAC y la globalización de los mercados que promueven los acuerdos internacionales.
ASAJA de Castilla-La Mancha, no obstante, mantiene una excepción para el aceite de oliva por considerar que se trata de un sector que ha sufrido graves injusticias y, por tanto, resulta imprescindible un cambio en la distribución del sistema de ayudas que resulte más justo y equilibrado y prime no sólo la producción sino otros factores medioambientales y sociales. Es por ello que esta Organización sigue defendiendo que el 60 por ciento de la ayuda se mantenga acoplado a la producción mientras que el 40 por ciento restante se distribuya en función de otros criterios, garantizándose una ayuda mínima de 300 euros por hectárea.
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