Todas las expectativas de la industria cárnica de EEUU estaban puestas en el pasado 7 de marzo, fecha en la que estaba prevista la apertura de las fronteras a las exportaciones de vacuno canadienses. Sin embargo, una decisión judicial ha pospuesto temporalmente dicha apertura. Mientras tanto, la situación está afectando a la industria estadounidense en su conjunto.
El tercer productor de vacuno más importante de EEU, Cargill, ha anunciado que reducirá su producción, en sus plantas de Texas, Kansas, Nebraska, Colorado, Wisconsin y Pennsylvania. La reducción de la producción se realizará disminuyendo la velocidad de sus líneas de procesado, sin reducir la jornada de los trabajadores, que con los sindicatos está acordada en 36 horas/semanales.
Iniciativas semejantes ya han sido tomadas por otras empresas, como es el caso de Swift & Company, la cual ha anunciado que en un futuro inmediato va a reducir en un 20% la producción de su planta en Nebraska. También la principal industria cárnica de EEUU, Tyson Foods inició a principios de enero la suspensión temporal de la actividad de cuatro de sus plantas de vacuno, en Iowa, Nebraska e Idaho, aunque a final de febrero ya reanudó la producción.
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