3 de mayo de 2005. La organización UPA muestra su preocupación debido a la falta de precipitaciones que sufrimos desde hace semanas y que ha convertido este año en el más seco desde 1947. Estas adversidades climatológicas en forma de altas temperaturas y ausencia de lluvias están poniendo en serio peligro la cosecha de cereales en Castilla y León en la presente campaña.
En este sentido los agricultores y ganaderos de esta región, al igual que está pasando con los de otras zonas del país, están empezando a sufrir las graves consecuencias provocadas por la falta de lluvias.
El hecho de que los últimos días de abril alcanzaremos temperaturas de hasta 30 grados sumado a las escasas reservas de humedad ha propiciado que las tierras más arenosas de un buen número de parcelas agrícolas en nuestra comunidad autónoma estén en una situación límite. De no producirse precipitaciones en los próximos días miles de hectáreas de cereal podrían darse por perdidas con los daños extraordinarios que ello supondría para el conjunto del sector.
De igual modo la falta de lluvias está perjudicando seriamente los intereses de los ganaderos de Castilla y León ya que los pastos no se han desarrollado con normalidad, por lo que las consecuencias inmediatas están repercutiendo directamente en la economía de los ganaderos, que han de hacer frente a un mayor desembolso económico motivado por el consumo de piensos.
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