Los agricultores franceses votaron mayoritariamente por el “no” a la Constitución Europea, con un 70% de voto negativo, muy superior al del 54,87% con el que el no ganó las elecciones, según un análisis de la empresa Ipsos.

El voto de los agricultores tiene especial relevancia en cuestiones europeas por ser el colectivo que conoce en mayor medida el funcionamiento y política de la UE, al ser el sector económico más afectado por las políticas comunes.

El sindicato agrario mayoritario, FNSEA, que apoyó «sí» ha manifestado en un comunicado que el «no» rural no se debe a que lso agricultores voten contra Europa sino contra su exceso de administración, los controles intempestivos y la falta de perspectivas de futuro de sus explotaciones.

Para el presidente de al FNSEA, es necesaria una Europa más próxima a los agricultores, que comprenda su papel social, que respete la preferencia comunitaria y que no sea solamente vigilado y sancionado.