El gobierno nipón ha hecho público que a partir del 1 de agosto cambiará su política de análisis de EEB. Sustituirá su actual estrategia de analizar todos los animales sacrificados por analizar solamente los de más de 21 meses.

En la práctica no va a haber mucha diferencia, debido a que el gobierno también ha anunciado que los gobiernos de las prefecturas (equivalentes a las administraciones autonómicas) podrán seguir con la antigua política de análisis, durante tres años más, si así lo desean. El gobierno central colaborará en la financiación de los gastos de estos análisis. Es muy previsible que todas las prefecturas sigan esta opción, debido a que el consumidor japonés está muy sensibilizado contra que se cambie la política de análisis.

Para muchos, este anuncio del gobierno japonés, es solo un muestra de Japón hacia EEUU de que quiere abrir las fronteras, pero en el fondo es solo una forma de seguir alargando el proceso.