La Federación de organizaciones Cívicas Medioambientales de la UE (EEB), BirdLife y la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente han advertido sobre un posible fomento de una producción insostenible de biocarburantes que podría tener graves consecuencias medioambientales.

Los organizaciones indican que las medidas políticas que se tomen deben ver en cada caso el balance entre el beneficio medioambiental que se pretende y el daño causado, ya que si bien teóricamente los biocarburantes son una energía renovable en cuanto a que fijan carbono atmosférico, no es menos cierto que también consumen combustible en su producción y que ésta causa los daños medioambientales inherentes a la agricultura, la industria y el transporte.

Por ello solicitan a la Comisión Europea que adopte salvaguardias de sostenibilidad en la revisión de la Directiva Biocarburantes, que aseguren que esta producción suponga una alternativa sostenible y real a los combustibles fósiles.

Según un estudio de la UE, alcanzar el objetivo de reemplazar un 5,75% de los combustibles fósiles por biocarburantes con la agricultura europea supone consumir entre el 14 y el 27% de las tierras agrícolas para ese propósito o alternativamente importar biocarburantes elaborados o sus materias primas (aceite de palma, de soja, melazas etc), algo que en todo caso tiene un gran impacto medioambiental, bien en la UE o en países terceros.