Ante los constantes rumores del posible cierre temporal de la planta de bioetanol de Babilafuente, la sectorial de cereales de ASAJA Salamanca quiere dejar claro que no es el agricultor el responsable indirecto de que ésta se vea obligada a parar, temporalmente, una afirmación de todo punto falaz e inexacta, sino que es el propio Gobierno central el último responsable en que este tipo de industrias no funcionen todo lo bien que debieran, y a pleno rendimiento, ante la tardanza y la falta de interés a la hora de publicar una ley que obligue a la mezcla de combustibles fósiles y ecológicos.

Desde la sectorial de cereales de ASAJA se quiere insistir en que debe ser la Administración central la primera interesada en contribuir a la condicionalidad, tan exigida al profesional del campo, fomentando el respeto por el medio ambiente a través de combustibles alternativos.

En definitiva, el productor ha sabido adaptarse constantemente al mercado y al medio ambiente a pesar de que sus precios en origen apenas han permanecido invariables desde hace 30 años. Por eso, nunca debe hacerse responsable a quienes sustentan la base de las materias primas de un problema energético que afecta, en primera persona, al Gobierno.