Ciudad Real, 22 de marzo de 2007-. El pasado 19 de marzo, lunes, ASAJA Ciudad Real mantuvo una reunión con representantes de la Comunidad General de Regantes del Acuífero 23, con objeto de analizar y debatir el borrador presentado al BOE por la Confederación Hidrográfica del Guadiana y realizar las alegaciones correspondientes al mismo.

Tras un exhaustivo análisis, tanto la Comunidad de Regantes como ASAJA llegaron a la conclusión de que este texto no recoge la mayoría de las peticiones realizadas por ambas partes, de manera que, de forma unánime, los regantes y esta Organización manifiestan:

– el borrador presentado por la Confederación Hidrográfica del Guadiana no recoge las pretensiones y necesidades de los regantes del Acuífero 23

– su intención de realizar de forma directa las alegaciones oportunas a dicho texto

– la necesidad de que todos los regantes afectados por el borrador presenten alegaciones ante un Plan Especial del Alto Guadiana que ni contempla sus aspiraciones, ni les da opción alguna para poder regar sus explotaciones

Asimismo, a lo largo de la reunión, tanto ASAJA Ciudad Real como la Comunidad General de Regantes del Acuífero 23 manifestaron la falta total de sensibilidad por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadiana hacia el sector agrario a la hora de desarrollar el texto, mostrando un interés nulo por elaborar un PEAG basado en el consenso de todas las partes afectadas, perdiendo así la oportunidad de alcanzar el equilibrio social necesario.

En este sentido, esta Organización Agraria y los regantes del Acuífero 23 consideran que la Confederación no es la herramienta más idónea para la negociación del contenido del Plan Especial; en primer lugar, porque el desarrollo del PEAG no es viable sin la modificación de la Ley de Aguas; y en segundo lugar, porque la CHG desde el principio ha hecho oídos sordos a las solicitudes y aportaciones del sector agrario al respecto del borrador.

De igual manera, ambas partes mostraron su preocupación por la modificación de la Ley de Aguas, actualmente en desarrollo, puesto que la misma se está planteando como una nueva forma de repartir los poderes y el control del agua de las diferentes confederaciones, dando la espalda, una vez más, a los verdaderos representantes de los regantes, y perdiendo una oportunidad para regular y resolver las carencias que la Ley de Aguas tiene.