Los agricultores que sembraron cultivos energéticos en esta campaña se están encontrando con la desagradable situación de que los precios del mercado alimentario están muy por encima de los precios que se acordaron en su momento para los cereales o las oleaginosas de uso bioenergético.

Aquellos cultivadores que sembraron en tierras de retirada tienen al menos el consuelo de que no podrían haber sembrado nada en esas tierras si no lo hubieran hecho de cultivos energéticos, pero los que lo hicieron en tierras que justifican derechos normales se encuentran con la situación de tener que cumplir su contrato, entregando a un precio muy inferior al que hubieran logrado de no tener el compromiso contractual adquirido.

A esto hay que añadir ahora que, según los últimos avances disponibles, la superficie dedicada en la UE a cultivos energéticos con ayuda (excluyendo la superficie de retirada) podría haber sobrepasado ligeramente la superficie máxima de 2 millones de ha en el conjunto de la UE, por lo que habría penalización en la ayuda a estos cultivos y se cobraría una cantidad inferior a los 45 €/ha. Las cifras que se barajan serían de rebasamiento inferior a un 10%. Habida cuanta que se estima una superficie de oleaginosas de unas 900,000 ha y de 1.2-1,3 millones de ha de cereal bioenergético con derecho a ayuda.