Una investigación realizada por el Grupo de Ciencias Animales de la Universidad de Wageningen (Holanda) ha puesto de manifiesto que resulta conveniente la utilización de anestésicos durante la castración de los lechones. Los investigadores han valorado los pros y contra de los anestésicos, analizando las reacciones de los animales como chillidos, temperatura de la piel y niveles sanguíneos.

La utilización de la anestesia durante el castrado favorecía que los cerdos estuvieran más tranquilos y que tuvieran mejores niveles en sangre. Por el contrario, solían tener más dolores tras la cirugía. No obstante, esto era fácilmente solucionables con la aplicación de una inyección de analgésico.

En cuanto al coste de la utilización de anestesia, el equipo de investigadores ha determinado, en el caso de Holanda, que tendría un coste de 1 € por lechón macho, si el anestésico local es aplicado por el veterinario. Si lo aplica el ganadero, el coste se reduciría a 0,28 €/lechón.

Durante la investigación también se analizó la opción de realizar una anestesia general usando C02, observándose los inconvenientes de un reducido margen de seguridad y el resigo de muerte de los lechones si la concentración de C02 se elevaba demasiado.