El presidente Bush ha advertido en comunicado que no está de acuerdo con el último informe sobre el Farm Bill de la Comisión conjunta del Senado y la Cámara de Representantes (Conference Comitee), señalando que la versión parlamentaria que se perfila está muy lejos de la propuesta inicial, reiterando que si se le remite para su aprobación un texto con el que no esté de acuerdo, lo vetará. La firma del presidente es imprescindible para que el nuevo Farm Bill entrase en vigor

Bush señala que en la actual situación de buenos precios y rentas de los agricultores, no es momento de aumentar o mantener los actuales subsidios a los agricultores y que en ausencia de un Farm Bill aceptable, solicitará al Congreso prorrogar el actual durante un año más.

La ley que rige la política agraria norteamericana o Farm Bill se renueva cada 5 años y el último expiró en el pasado mes de septiembre, habiéndose decretado varias prórrogas desde entonces. El gran retraso que lleva en esta ocasión se debe, en primer lugar, a la falta de acuerdo entre las versiones aprobadas por el del Senado y del Cámara de Representantes y además a la necesidad de que el acuerdo final cumpla los requisitos impuestos por la Administración Bush.