La Comisión Europea está barajando la posibilidad de emplear la prueba del tanque de leche, con la que se puede detectar la presencia de lengua azul, como un método de control para países en los que la enfermedad aún no haya causado estragos. Para controlar el estado de la enfermedad, la Comisión quiere emplear diversos métodos con los que se pueda demostrar que no se ha producido la infección, según publica el Boletín Exterior del MAPA.

Entre los métodos que se barajan se encuentran el control de los casos clínicos y la investigación de antecedentes de los animales jóvenes. Estos últimos métodos también pueden ser empleados en los países en los que además se esté vacunando. En dichos países, la prueba del tanque de leche no sería posible ya que detectaría los anticuerpos procedentes de la propia vacunación.

Este test del tanque de leche ha sido validado este año en Países Bajos por el trabajo conjunto del Servicio de
Sanidad Animal (GD) y del Instituto Veterinario Central (CVI) holandés. Fue diseñado e implementado para la estrategia de la campaña de vacunación en Países Bajos.