Málaga, 31 de octubre de 2008. Representantes de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Málaga han mantenido esta mañana una reunión con el subdelegado del Gobierno, Hilario López Luna, para solicitar a las autoridades competentes más protección en el campo malagueño.

Como se recordará, ASAJA ha denunciado en reiteradas ocasiones la situación de indefensión en la que se encuentran los agricultores y ganaderos de la provincia. En el último mes, los ladrones se han hecho con un botín importante: cables de cobre de pivots (sistemas de regadío), aperos de labranza, material de hierro, además del fruto de las distintas campañas, principalmente castañas y aceitunas.

En cuanto a estas últimas, los daños no se ciñen al número de kilos de aceitunas robadas, sino que los ladrones, en su afán de sustraer la mayor cantidad en el menor tiempo posible, rompen las ramas de los olivos con el daño que eso conlleva, pues repercute en las cosechas de años posteriores.

Aparte del perjuicio económico que los hurtos suponen –reponer el cableado puede costar entre 4.000 y 6.000 euros- hay que sumar el daño que la falta de agua produce en la cosecha mientras se repara el sistema.

Hace dos años que los agricultores malagueños estuvieron sometidos a los caprichos de una banda organizada de chatarreros, que finalmente la Guardia Civil desarticuló en la provincia de Segovia. La oleada acecha otra vez y ASAJA espera que las autoridades articulen de nuevo los medios necesarios para devolver la tranquilidad al campo. La asociación agraria propone que, como ocurrió en la anterior avalancha, se ataque al último eslabón de la cadena: si nadie compra los artículos y productos robados, nadie los robaría.

Por su parte, el subdelegado del Gobierno, consciente de las dificultades por las que atraviesa el sector agrario en estos momentos, se ha comprometido a aportar los recursos que estén en su mano para paliar estos robos cuanto antes.