Un nuevo estudio de la Universidad de Cornell (New York, EEUU) discute los problemas de la producción de biocarburantes y su incidencia sobre los precios de los alimentos por su competencia bien sea directa por tratarse por materias primas de doble uso, o por las tierras y los recursos.

Los autores señalan que la producción de energías renovables es altamente ineficiente y muy costosa desde el punto de vista económico y medioambiental, aspectos que se minimizan a la hora de aprobar proyectos y ayudas por parte de los gobiernos.

Analizando el contexto y la situación en EEUU concluyen que la biomasa tampoco es una solución ya que los recursos son insuficientes para garantizar una independencia significativa y además compiten de forma indirecta con la producción de alimentos.

Según los cálculos realizados teniendo en cuenta todos los consumos realizados durante el proceso productivo, el trabajo concluye que la producción de bioetanol de maíz tiene un balance energético negativo (gasta más energía de la que produce) de un 46%; un 50% en el caso del switchgrass y un 63% en el de biodiesel de soja. Incluso en el caso del bioetanol de aceite de palma el balance es negativo en un 8%.

Para los autores, no existen en EEUU recursos naturales suficientes para una producción viable de biocarburantes y su fomento está haciendo que el país sea, no menos, sino más dependiente energéticamente, al hacer que se importe más petróleo y gas natural para fabricar más biocarburantes, los cuales consumen más de lo que aportan. Además la producción de biocarburantes exacerba el problema de los precios de los alimentos.