La alimentación durante la etapa inicial de la gestación: Hasta hace poco se solía recomendar una dieta restringida durante los primeros 21-28 días de la gestación, puesto que se entendía que ello contribuía a aumentar el índice de supervivencia de los embriones. Sin embargo, las últimas investigaciones y la experiencia práctica acumulada sugieren que esta práctica, teniendo en cuenta el carácter magro y la alta productividad de las cerdas en la actualidad, podría ser contraproducente, e incluso llevar a una reducción del tamaño de las camadas y del índice de partos.
Parece que una ingesta de pienso de entre 2,4 y 2,6 Kg para las primerizas y entre 2,6 y 2,8 Kg para las madres podría ser la mejor estrategia para maximizar el tamaño de la camada, si bien todavía es necesario evaluar los resultados a más largo plazo. Para obtener más información a este respecto podrán consultar próximamente la publicación «Maximizando la Capacidad de Destete: Alimentación de las madres y primerizas durante la gestación» (artículo nº5 sobre Capacidad de Destete).
Duración de la lactación: La duración del período de lactación tiene un impacto significativo sobre el tamaño de la camada. Durante el período entre el día 14 y el 28, cada día adicional de amamantamiento conlleva, por norma general, un incremento de 0,1 lechones nacidos en la siguiente camada. Sin embargo, a partir del día 28 de lactación la prolongación de dicho período parece no producir ningún efecto sobre el tamaño de la camada siguiente. Así pues, si sopesamos los costes de prolongar el período de lactación y los contrastamos con los beneficios reportados en términos de productividad, podríamos sugerir como óptimo un período de lactación de 24-25 días.
Independientemente de la duración del período de lactación, sería importante que los productores evitasen variaciones en la edad de destete, resultantes de la variación en el número de partos semanales, ya que esto influye en el índice de crecimiento y el flujo de cerdos en la fase de cría y engorde creando, en consecuencia, una producción irregular y márgenes más reducidos.
Intervalo entre el destete y el ciclo siguiente: Posiblemente el intervalo entre el destete y el ciclo siguiente o, más correctamente, el destete y el ciclo estral siguiente, sea el indicador más importante de la productividad subsiguiente, sobre todo en términos del tamaño de camada. El tamaño de la camada será mayor cuando el intervalo entre el destete y el ciclo siguiente sea de aproximadamente seis días o menos, y cuando el 95% de las cerdas haya engendrado 7 días después del destete. Entre los muchos factores que influyen en esto, el más importante es el relativo a la ingesta de pienso durante la lactación, tema que se explicará en detalle en la publicación posterior «Maximizando la Capacidad de Destete: Cómo lograr la mayor ingesta de pienso mediante una dieta adecuada durante la lactación» (artículo nº8 sobre Capacidad de Destete).
Hace ya algún tiempo que Hypor ha incluido el intervalo entre el destete y el ciclo siguiente entre los rasgos utilizados para estimar el valor genético de un animal. Aunque nunca ha sido objeto de especial atención, se le ha venido concediendo importancia de forma continua. Pero a lo largo de los años se ha realizado una mejora genética significativa en la mayoría de las líneas de madres de entre 1 a 2 días. Los resultados que se deducen de los valores de referencia para nuestra cabaña de reproductores muestran un intervalo entre el destete y el estro relativamente corto (5,8 días). El hecho de que el intervalo entre el destete y el estro sea más corto implica que este tendrá una duración mayor.
Las hembras jóvenes, sobre todo si se trata de primerizas tras el primer destete, suelen tardar más en mostrar signos de estro, a raíz de lo cual se les presta una atención especial. Siempre que sea posible se recomienda administrar una dieta rica en lisina (1,2-1,3% lisina total) o dar 0,5 Kg/día de pienso con un recubrimiento concentrado durante los últimos siete días de lactación y hasta la reproducción, lo que ayuda a reducir la pérdida de peso corporal y, en consecuencia, a acelerar el comienzo del estro.
Para potenciar al máximo el tamaño de la camada es también esencial que haya una ingesta de pienso elevada. Para ello, es recomendable proporcionar alimento cuatro veces al día o a demanda, ofrecer abundante agua limpia y mantener los comederos en adecuadas condiciones higiénicas.
También se ha demostrado que el alojar a las cerdas en grupos después del destete da como resultado intervalos más cortos entre el destete y el estro, en comparación con las cerdas alojadas en compartimentos separados. Una iluminación adecuada, con una intensidad mínima de 100 lux (a ser posible 150 lux) y un período de entre 14 y 16 horas al día permite estimular un rápido comienzo del estro.
Otro factor importante es mantener un contacto adecuado con el verraco, sobre todo durante los 2 o 3 días anteriores al supuesto inicio del estro.
Control de la estructura censal: El tamaño de las camadas va en aumento hasta el tercer ciclo según la bibliografía tradicional, sin embargo, en Hypor este aumento se prolonga hasta el cuarto ciclo, a partir del cual empieza a disminuir a medida que las madres envejecen. Además, el número de lechones nacidos muertos aumenta con la edad y su peso al nacer se hace también más variable cuantos más años tengan las madres. Por lo tanto, para lograr un tamaño constante de las camadas y obtener lechones de la mayor calidad posible, la estructura censal de la cabaña debe ser estable. Esto implica introducir un flujo regular de primerizas en la cabaña, tener un número elevado de hembras en el rango de ciclos 3 a 6 (los más productivos) y aplicar una estricta eliminación selectiva por edad tras los ciclos 7 a 8.
Por el contrario, un desequilibrio en la estructura censal ocasionado por una introducción irregular de primerizas, unas tasas elevadas de abandono en hembras jóvenes o un procedimiento de desvieje inadecuado daría lugar, al cabo del tiempo, a una variación no deseada en el tamaño medio de las camadas y el peso al nacer. Esto tendría múltiples repercusiones negativas para el crecimiento y la eficiencia de los cerdos después de su destete y hasta su puesta en el mercado. Para obtener más información sobre cómo controlar la estructura censal podrá consultar próximamente la publicación «Maximizando la Capacidad de Destete: Cómo conseguir la estructura censal adecuada» (artículo nº10 sobre Capacidad de Destete).
Cómo aumentar el peso al nacer de los lechones: El peso al nacer es el principal factor determinante del peso al destete, uno de los componentes clave del concepto de capacidad de destete. Aunque es difícil ejercer influencia alguna sobre dicha capacidad, hay varios factores que pueden ayudar a mejorarla.
El factor más habitualmente utilizado consiste en aumentar el nivel de alimentación de las cerdas durante los últimos 21 a 28 días de la gestación. Los valores típicos de dicho aumento serían de 2,6 a 2,8 Kg para las primerizas y de 2,8 a 3.0 Kg para las madres. Si bien su impacto en el peso al nacer no suele ser muy marcado, se ha demostrado que esta técnica influye positivamente en la viabilidad de los lechones.
En los últimos tiempos, diversas investigaciones realizadas en Francia sugieren que la adición de aceites a la dieta (5% de aceite total) puede resultar en una reducción del número de lechones nacidos muertos, en una mayor tasa de supervivencia entre los lechones más pequeños y en pesos más elevados al destete.
Mantener unos niveles adecuados de alimentación a lo largo de todo el ciclo reproductivo y prestar atención a la salud de las madres son también factores que contribuyen a la mejora del peso al nacer.
En los siguiente vinculos puede consultarse la Parte I de este artículo así como otros articulos relacionados:
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.