Gran parte de las patatas que se venden en estos momentos en España son patatas viejas, restos de la pasada campaña con una calidad muy deficiente comprados en Francia a precio de saldo. Las grandes superficies y supermercados han llenado sus almacenes con este producto despreciado por el país vecino, que, tras ser sometido a un proceso previo de lavado, no es fácil de diferenciar por el consumidor.
Pero si la diferencia no salta a la vista a la hora de incluirlas a la cesta de la compra, lo hará sin duda cuando llegue el momento de consumirlas. Lejos de las cualidades de la patata temprana, que llega directamente al consumidor sin requerir ningún tipo de conservación, la patata vieja ha sido almacenada durante meses en cámaras de frío, con la consecuente pérdida de muchas de sus cualidades organolépticas, que no la hacen apta para freír. Al carecer de frescura y vigor la patata vieja, una vez frita, acaba por reblandecerse y convertirse en un producto cuyo aspecto y falta de sabor las hace muy poco apetecibles.
En Andalucía la campaña de recolección de la patata temprana acaba de comenzar caracterizada por su gran calidad, gracias a la ausencia de plagas y enfermedades, por lo que se espera un magnífico producto, sin grandes calibres y con una terminación de piel óptima.
Las perspectivas de mercado son razonablemente buenas para el sector, debido a la confluencia de diversos factores: la producción no será muy alta, puesto que las elevadas precipitaciones previas y posteriores a la siembra y las anormalmente bajas temperaturas del pasado mes de abril provocarán un rendimiento inferior al normal; y por otra parte, las siembras en esta campaña se han hecho de forma escalonada, lo que permitirá garantizar durante los meses de mayo y junio un aprovisionamiento paulatino de patata temprana, sin grandes concentraciones de oferta.
Andalucía es la primera región de Europa que lleva patata nueva al mercado, lo que siempre supone un plus adicional para nuestras producciones. Los países de Centro Europa, tradicionalmente muy exigentes con la calidad de las patatas, ya están comenzando a importar patata temprana del sur de España. Por otra parte, la cosecha europea para la presente campaña no se presenta muy abundante, pues países tradicionalmente con grandes producciones como son Polonia, Alemania o Italia van a ver reducidas sus cosechas a consecuencia de la reducción de las superficies de siembra y la mala climatología.
Desde ASAJA-Sevilla recomendamos a los consumidores que sean exigentes con la calidad, comprueben el origen de la patata que compran y se aseguren de que lo que se llevan a casa es patata nueva.
En Andalucía la superficie sembrada de patata temprana ronda las 12.000 hectáreas, que suponen el 75% del total de la producción nacional. Esta producción se destina en más de un 80% al mercado nacional, y la cantidad restante a la exportación a los principales países mercado europeo.
En la anterior campaña Sevilla fue la provincia líder en producción de patata temprana, con más 157.000 toneladas y 5.000 hectáreas de superficie de este cultivo, superando a Córdoba (con cerca de 90.000 toneladas y 2.500 hectáreas), Málaga (con más de 45.000 toneladas y 1.500 hectáreas) y Cádiz (41.300 toneladas y 1450 hectáreas).
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