Un activista anti OMG es el acusado de los actos vandálicos que han destruido 70 porta-injertos transgénicos de viña en unos campos de ensayos en Colmar (Francia), pertenecientes al Instituto francés de Investigación Agraria (INRA). El ensayo se había iniciado en septiembre de 2005 y estaba dirigido a luchar contra la enfermedad viral del entrenudo corto. Esta es una enfermedad de la viña que no tiene tratamiento eficaz y que está presente prácticamente en todas las regiones vitivinícolas del mundo.

El acto vandálico ha tirado por tierra 4 años de investigación, la cual estaba destinada a aportar cifras científicas precisas y que había reunido el consenso de la administración local y nacional, investigadores, viticultores y organizaciones agrarias.