La producción ganadera genera el 18% de los gases de efecto invernadero, según un informe de la FAO. Para el investigador holandés Impke de Boer, hay que tener en cuenta que esta cifra varía según el sistema de producción que se utilice. En su presentación en la conferencia, recientemente celebrada en París, de la International Egg Commission, en el caso de la producción de huevos, la huella de carbono varía según se trate de una producción en jaula, sobre suelo, ecológica o de gallina campera.
Según estudios realizados por la Universidad de Wageningen (Holanda), la producción de huevos en jaula es que la genera una menor huella de carbono de los cuatro posibles sistemas de producción, con 2,2 kg de equivalente de carbono por kilo de huevos. Por el contrario, la mayor huella corresponde a los sistemas de gallinas camperas con 2,75 kg de equivalentes de carbono por kilo de huevo.
El motivo de que la producción huevos de gallinas en jaula tenga menor huella es debido a que es el sistema más eficaz para convertir pienso en huevos. Una gallina en jaula precisa 2 kilos de pienso para producir un kilo de huevos, mientras que una gallina ecológica precisa 2,6 kg de pienso para producir un kilo de huevos.
En la producción de huevos, los gases de efecto invernadero que más se producen son el dióxido de carbono (por el combustible) y el óxido nitroso (por el pienso). Por el contrario, el metano casi no se produce.
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