La Comisión Europea y Francia continúan las negociaciones sobre las ayudas que el gobierno galo concedió al sector de frutas y hortalizas durante los años 1992 y 2002 y que según la Comisión son ilegales porque no fueron comunicadas previamente, mientras que el gobierno y los productores franceses consideran que estaban plenamente justificadas por la situación del sector.

Según las reglas del mercado común, las subvenciones estatales deben ser notificadas a la CE antes de ser distribuidas. Francia repartió cerca de 500 millones de euros de subvenciones dirigidas a las organizaciones de productores de frutas y hortalizas, sin avisar previamente a la Comisión por lo que deben ser reembolsadas, según la decisión de la Comisión Europea publicada en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas del 26 de mayo de 2009. En esta Decisión, la Comisión Europea considera, además, que estas ayudas iban en contra de las normas de competencia.

Desde entonces las negociaciones entre el gobierno francés y la Comisión se mantienen. Por una parte, el gobierno francés está negociando con la Comisión Europea para reducir el importe total de las ayudas que los productores galos deberían devolver. Y por otro lado el gobierno está negociando con los productores de su país para que devuelvan las ayudas. En un informe enviado a Bruselas el pasado 7 de julio, el gobierno describe las dificultades que tiene para conseguir el reembolso de estas ayudas. Francia indica que quiere proceder consultando uno por uno los «Comités de Cuencas», antiguamente denominados «Comités Económicos Agrícolas», que recibieron estas ayudas.

Por su parte los productores y el sector consideran que las ayudas eran necesarias y que «nunca fueron informados de que la ayuda no había sido notificada a Bruselas». Los productores y el Estado francés han presentado distintos recursos ante el Tribunal de Justicia de la UE, que serán examinados previsiblemente en el primer semestre de 2011.