En 2050, en Europa, los combustibles fósiles podrían haber sido sustituidos por energía alternativa, de acuerdo con un informe presentado a la Comisión Europea por un grupo de expertos sobre combustibles del futuro para el transporte. Según el informe no habría una energía alternativa sino que sería la combinación de varias las que podrían satisfacer la demanda esperada por todos los medios de transporte.

La electricidad (baterías o hidrógeno/células de combustible) junto con los biocombustibles serían las principales opciones. Los combustibles sintéticos (cada vez más de fuentes renovables) serían una opción puente. El metano (gas natural y biometano) serían soluciones complementarias y el gas licuado a presión (GLP) podría funcionar como suplemento.
Además, diferentes modos de transportes requerirían diversas opciones de combustibles alternativos. Por ejemplo, los combustibles con mayor densidad de energía serían más adecuados para los transportes de largas distancias como (aviación, transporte marítimo o transporte por carretera de largas distancias).

El informe apunta que en la sustitución progresiva de los combustibles fósiles por los alternativos habría que tener en consideración factores como la viabilidad técnica y económica, el uso eficiente de las fuentes de energía primaria y la aceptación del mercado.

El problema no es ya si los combustibles fósiles pueden ser sustituidos por otros alternativos como los biocombustibles sino el llegar a un equilibrio para evitar que esta sustitución no repercuta negativamente en el precio de los alimentos. Recientemente, en un informe del Banco Central Europeo, éste muestra su preocupación porque en algunas materias primas (como el azúcar y el maíz), el uso alimentario sufre la fuerte competencia del uso para la producción de biocombustibles.

También El Director General de la OMC, Pascal Lamy, mencionó en su discurso de apertura ante la Cumbre de Ministros de Agricultura de Berlín del sábado pasado, que era precisa más reflexión en la política de los biocombustibles de cara a evitar la subida del precio de los alimentos.