En el Reino Unido, el sector de los huevos es otro sector ganadero que está atravesando malos momentos y quiere plantarle cara a la industria y la distribución, como ya están haciendo el sector lácteo y porcino. Los productores se quejan de que mientras que la distribución le está cobrando al consumidor unos 3,4 € por docena de huevos, el avicultor solo cobra entre 85 céntimos y 1 euros por docena.

Los avicultores demandan al gobierno y a la Autoridad de la Competencia que inicie una investigación en la cadena de producción de huevos del Reino Unido, ya que muchos productores de huevos se ven forzados a vender a pérdidas.

Un productor de huevos, Ian Chisholm, que ya en 2009 protagonizó un enfrentamiento contra Tesco, una de las principales cadenas de distribución del Reino Unido, ha decidido intentar unir a todos los avicultores bajo el lema “Eggs producers together” (Productores de huevos juntos) para aunar esfuerzos y conseguir hacer una mayor presión.

Chisholm denuncia que los avicultores se ven forzados a firmar contratos con las industrias, la cuales funcionan como un cartel, con lo que no hay posibilidad de negociación. Además, los contratos que firman que no incluyen ningún precio mínimo, con lo que estos contratos no tienen ningún valor cuando el avicultor los lleva al banco para usarlos como garantía de un préstamo.

Chisholm reclama a la industria y a la distribución que apliquen unos términos justos en los contratos y que incluyan un precio mínimo en los mismos.