La Agencia de Seguridad de los Alimentos del Reino Unido (FSA) ha remitido una carta al gobierno británico con el fin de que no apoye la propuesta de la Comisión Europea de que se puedan reintroducir las proteínas animales procesadas (PAP) de porcino y aves en la alimentación de los monogástricos sin reciclaje entre especies (canibalismo).

La FSA se muestra desfavorable a la propuesta a pesar de señalar que el riesgo de la reintroducir las PAP es mínimo. Sin embargo, opina que no ve ningún beneficio en el cambio, ya que ponen al consumidor en un riesgo adicional, por pequeño que sea.

Por el contrario, la principal organización agraria británica (NFU) no coincide con la opinión de la FSA. La NFU ha remitido una carta al Departamento de Asuntos Rurales (DEFRA) defendiendo que la PAP es una fuente sostenible de proteína, que puede reducir la dependencia exterior de la soja. En la carta también muestran su desilusión en relación con la opinión de la FSA, a la que acusan de obviar las evidencias científicas, haberse olvidado del dictamen favorable de la Autoridad Europea de Seguridad de los Alimentos y haberse dejado influenciar por la opinión de los consumidores.