Investigadores de la Universitat de Lleida (UdL) han conseguido en el último año cuatro «patentes» para nuevas variedades de pera, manzana, garbanzos y trigo. Se trata exactamente de los títulos de obtención vegetal, un derecho de propiedad industrial que reconoce la creación o descubrimiento de un nuevo tipo de planta que tiene que ser diferente, homogénea y estable. Cualquiera que desee comercializar la variedad protegida tiene que obtener la autorización por parte del titular del derecho, que concede el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio ambiente. El proceso para la obtención de los títulos lo ha llevado a cabo el Trampolín Tecnológico de la UdL, que cuenta con el apoyo de ACC1Ó para valorizar los resultados de la investigación de la UdL.
Las variedades vegetales se pueden crear mediante técnicas de fitomejora, que pueden ir desde el clásico método de cruce y selección hasta procedimientos avanzados como los de la ingeniería genética. En uno de los casos, la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria (ETSEA) ha realizado el trabajo de forma conjunta con la Asociación de Productores y Elaboradores de Cigronet de l’Alta Anoia. El Sigarra es el fruto de un primer proceso de selección realizado por los propios agricultores, generación tras generación, y completado por los investigadores del departamento de Producción Vegetal de ETSEA Jaume Lloveras y Ester Sin, que han identificado una línea genuina de garbanzo más productiva que el resto mediante ensayos agronómicos, la valoración de las cualidades organolépticas y la identificación de marcadores moleculares.
Este garbanzo presenta unas dimensiones más reducidas de los que se comercializan habitualmente y está muy valorado gastronómicamente, puesto que tiene un sabor intenso y una textura fundente. El Sigarra es la primera variedad adaptada agroclimáticamente al territorio. Es la línea de producción más estable y más rentable. Por todo ello, Lloveras asegura que es «una alternativa real al monocultivo de cereales que se puede introducir perfectamente en una rotación de cultivos de secano».
Otra de las variedades protegidas conseguidas por la UdL es la pera Fresquilla, muy productiva y resistente a la manipulación. El fruto es de medida pequeña-mediana, muy jugoso y dulce. Los investigadores Valero Urbina, Josep Dalmases y Miquel Pascual, del departamento de Hortofructicultura, Botánica y Jardinería, han conseguido una buena compatibilidad de injerto con el membrillero y una gran adaptación a la producción ecológica. El mismo equipo ha obtenido en 2011 el título de variedad comercial por la manzana Golden Paraíso, reconocida como protegida el año anterior. Sus principales características son la rápida entrada en producción, la ausencia de russeting (manchas en la piel del fruto), la gran capacidad de autoregulación de la fructificación con bajas necesidades de aclareo y la carencia de alternancia (años con mucha carga de frutos seguidos por baja producción). Esta manzana es equilibrada en dulzura y acidez, y de textura muy fina.
En cuanto a los cereales, los científicos de la Universitat de Lleida han conseguido el título por la variedad de trigo Triuncial. Se trata de un trigo blando, fruto de la investigación de Juan Antonio Martín, Ester Sin y Lluís Torres, que trabajaron conjuntamente con la Universidad Politécnica de Madrid, el Centro de Investigación La Orden (Servicio de Coordinación del Sistema Extremeño de Ciencia, Tecnología e Innovación), el IRTA, y la empresa aragonesa de semillas Agrosa. Los mismos investigadores del departamento de Producción Vegetal de ETSEA están a la espera que el ministerio apruebe el título de obtención vegetal para la variedad Maguilla.
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