La normativa española establece que es obligatorio suscribir un contrato en el suministro de la leche cruda, si bien, esta obligación no se cumple al 100%. A 30 de noviembre se habían suscrito 1.987 contratos de venta de leche de oveja, lo que supone 192 contratos más que un mes antes y 65 contratos más que en noviembre de 2013, según la información recogida en la base de datos de GECOLE. En mayo de 2014 se alcanzó la cifra más elevada de contratos con 2.283.

En noviembre, 1.848 ganaderos tenían contrato de suministro. Teniendo en cuenta que el número de ganaderos en activo en la campaña 2013-14 es de 8.483, solo un 21,8% de los ganaderos cuenta con contrato para la venta de su leche de oveja.

Del total de contratos, 112 son contratos firmados por otros suministradores que no son ganaderos. Por tanto, el 94% de los suministradores con contrato son ganaderos. Del total de contratos, 827 se refieren a contratos firmados por cooperativas como receptoras de la leche (un 42% del total de los contratos). En noviembre de 2013, el porcentaje de contratos firmados por cooperativas era ligeramente superior (46%).

El volumen mensual de leche bajo contrato fue de 20.002,31 miles de litros (noviembre de 2014). Un 39% de este volumen corresponde a ventas a cooperativas. El volumen contratado por cooperativas ha repuntado desde octubre. Destacar que mientras que solo el 6% de los contratos son con suministradores que no son ganaderos, éstos suponen un 28% del volumen de leche bajo contrato.

Los contratos más frecuentes, tanto con compradores que son cooperativas como que no lo son, son los que permiten un margen de tolerancia inferior o igual al 10%. En el caso de cooperativas es casi el 40% de los contratos y un 48% en el caso de no cooperativas. La tolerancia es el porcentaje que puede variar el volumen contratado con objeto de poder ajustar los suministros a la estacionalidad o coyuntura de producción.

La duración media de los contratos suscritos es de 9,3 meses. Las cooperativas suscriben contratos más largos que los de otros de receptores, aunque la diferencia es de solo un mes: frente a una duración media de 9,85 meses en el caso de los contratos con cooperativas, la duración media de los contratos con no cooperativas es de 8,87 meses. En el caso de cooperativas como de no cooperativas, lo más frecuente son contratos de más de 12 meses (33% y 38% del total de contratos, respectivamente).

Los contratos en los que el precio de la leche se establece en base a una cantidad fija son los más frecuentes, tanto con cooperativas como con no cooperativas y suponen sobre el 96% del total contratos suscritos. El resto de contratos son con precio variable (se establece por una combinación de varios factores). Los contratos mixtos (cuando el precio tiene una parte fija y otra variable) son prácticamente inexistentes.