Durante tres años el proyecto Bioboard (www.bioboard.eu) ha trabajado para desarrollar un material de embalaje hecho a base de proteínas del suero de la leche y de los residuos de la patata. Bioboard nació para aportar nuevas soluciones en busca de materiales de embalaje alternativos, respetuosos con el medio ambiente, con costes de producción asequibles, que mantengan la calidad del producto envasado y que incorporen propiedades barrera significativas. Bioboard es un proyecto financiado por la Comisión Europea dentro del programa FP7 y coordinado por la empresa IRIS, con sede en Barcelona y Dublín, en el que han participado un total de 14 socios entre los cuales destaca Tetrapack, Llet Nostra (a través de su cooperativa Lleters de Catalunya – Llet Nostra), el Instituto Fraunhofer y la Universidad de Pisa.
Objetivo: fabricar envases más sostenibles y revalorizar residuos
Bioboard ha investigado cómo reducir la dependencia del plástico procedente de combustibles fósiles para la protección de alimentos y cómo crear nuevos materiales para hacer envases alimentarios que respeten más el medio ambiente, que se puedan reciclar y que tengan un rendimiento similar al de los plásticos convencionales.
Por otro lado, la industria agroalimentaria genera grandes cantidades de residuos. Anualmente en Europa se desestiman unos 20 millones de toneladas de suero de leche, un subproducto de la producción de queso; cerca de 65.000 toneladas de proteína en polvo, y también 140.000 toneladas de pulpa seca de patata, un subproducto de la producción de almidón.
La suma de dos propiedades en un proceso único
Investigaciones anteriores revelan que un recubrimiento basado en la proteína de suero de leche puede proporcionar una barrera biodegradable para reemplazar los actuales revestimientos plásticos en envases multicapa y mejorar la capacidad de reciclaje.
Curiosamente, se descubrió que la pulpa de la patata, un subproducto de la industria del almidón que también contiene fibras, se puede utilizar como material de carga para aumentar la resistencia mecánica de las películas basadas en proteínas de suero de leche extrudidas.
El proceso es especialmente interesante, puesto que la plastificación de la proteína, la modificación reactiva y la aditivación han sido optimizadas en una sola etapa de extrusión, de forma que el proceso es más sostenible, tanto desde el punto económico como ambiental.
En diferentes envases
La primera aplicación de la nueva película biodegradable se llevó a cabo en el envasado multicapa a base de celulosa, como por ejemplo el envasado en forma de ladrillo para bebidas o bolsas para productos deshidratados (más conocidos como briks), pero también se podría aplicar en la producción de envases de plástico flexible. Los estudios hechos en el curso del proyecto también han demostrado que es posible modificar las propiedades de las mezclas a base de proteínas, lo cual significa que estas también tienen potencial para el uso en envases rígidos, como por ejemplo bandejas u otros contenedores termoconformados. Fuente: Llet Nostra
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