El año 2015 será recordado en el campo español por la crisis
sufrida por los ganaderos de vacuno de leche y por el estancamiento, un año más,
de la renta agraria. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha recordado
que la economía del sector primario se sitúa a niveles de hace quince años. Los
problemas por la puesta en marcha de la nueva PAC y las adversidades
meteorológicas han marcado también el año que ahora termina.
La organización agraria
UPA ha lamentado que el sector primario español haya asistido a una “legislatura
perdida” en términos de renta y de empleo. El incremento del 1,7% de la renta
agraria en 2015 se debe, según esta organización, a la contención de los precios
de los consumos intermedios y a que 2014 fue “nefasto” por el veto ruso.
2015 ha sido también el
año de la puesta en marcha de la nueva PAC. Un proceso lleno de retrasos,
incertidumbres y problemas en las que los agricultores han perdido “innumerables
horas”.
La crisis de precios se ha
cebado con varios sectores, destacando la ganadería de vacuno de leche, el
porcino blanco o la cunicultura, demostrando según UPA que “aún queda mucho
camino por recorrer” en el reequilibrio de la cadena agroalimentaria.
En cuanto al empleo, y a
falta de conocer el dato del cuarto trimestre, 2015 ha mantenido unos niveles de
ocupación un 2,13% inferiores a 2014.
En cuanto a la
meteorología, 2015 ha sido un año terrible para el campo, con inundaciones y
temporales de nieve y viento en enero, febrero y marzo, seguidos de una
primavera seca y muy calurosa, y un verano tórrido y con numerosas tormentas. El
otoño ha traído una grave sequía que continúa ahora que comienza el invierno.
Análisis
pormenorizado del año agrario 2015 por sectores
Política Agraria Común: muchos problemas e incertidumbres
Los profesionales del
campo han dedicado “demasiadas horas” a aspectos puramente administrativos, a
entender la nueva reforma de la PAC y a intentar adaptar sus explotaciones a los
nuevos requerimientos. Las Administraciones se han visto colapsadas y superadas,
lo que se ha traducido en retrasos, incertidumbres, dudas y problemas.
De especial gravedad han
sido los problemas relacionados con el coeficiente de admisibilidad de pastos
(CAP) o el gran retraso en la aplicación práctica de las medidas que contienen
los diferentes planes de desarrollo rural. En 2015, debido a la tardía
aprobación de los planes, se han puesto en práctica muy pocas medidas, con el
correspondiente perjuicio para el medio rural, y en especial para los
agricultores y ganaderos.
Durante el período de
solicitudes de la PAC, se comprobó que la Administración no estaba preparada
para afrontar “con garantías” ese proceso tan importante. El programa
informático que se elaboró de forma expresa para llevar a cabo la solicitud
presentó múltiples problemas, prácticamente hasta el último día del plazo,
algo que fue denunciado
continuamente por UPA.
Fue también es ese momento
cuando UPA comenzó a trasladar a la Administración los problemas que estaban
surgiendo con la aplicación del nuevo Coeficiente de Admisibilidad de Pastos
(CAP), que en muchos casos reducía la superficie declarable –y por consiguiente,
las ayudas- de los ganaderos y ganaderas.
A día de hoy el problema
“todavía no está resuelto”, cuando los agricultores y ganaderos deberían tener
asignados ya sus derechos y estar pensando en la campaña del año 2016.
Tras los meses de verano,
comenzamos a recibir noticias que anunciaban que el Ministerio no iba a cumplir
su promesa de comunicar a los agricultores y ganaderos el valor de sus nuevos
derechos.
UPA realizó una serie de
gestiones, y finalmente en el mes de octubre el FEGA puso en funcionamiento un
enlace en su web para poder conocer esos valores preliminares, que aunque sean
provisionales, da una primera idea del valor de los nuevos derechos.
Menos empleo en la agricultura y ganadería
A falta de conocer el dato
del cuarto trimestre, 2015 ha mantenido unos niveles de ocupación inferiores a
2014, cuando la media de ocupados de los tres primeros trimestres es un 2,13%
inferior al dato del año anterior, manteniéndose así la tendencia de los últimos
años.
Por otro lado, la media de
parados registrados en el sector agrícola entre los meses de enero y noviembre
de 2015, se sitúa por encima de los 205.000, que supone una disminución de un
5%, con respecto al dato del año 2014.
Año “terrible” desde el punto de vista meteorológico
2015 comenzó con
inundaciones y temporales de nieve y viento en los meses de enero, febrero y
marzo. La primavera fue seca y terminó con una ola de calor en mayo –que lo
convirtieron en el mayo más caluroso desde 1964- y en junio tormentas de
granizo.
Los daños en el campo tras
el invierno y la primavera fueron muy importantes, dándose la circunstancia de
que un 80% de las zonas afectadas ya sufrieron sequía el pasado año. El verano
también destacó por sus elevadas temperaturas y fuertes tormentas de granizo.
El final del año se está
caracterizando por una reducción muy importante del régimen de lluvias que está
afectando a la cosecha de olivar y a las siembras de cultivos herbáceos. Por
otro lado, el volumen de agua embalsada se está reduciendo respecto a la media
de los últimos años.
El 22 de junio se convocó
la mesa de adversidades climatológicas que fue solicitada por UPA.
La normativa que se ha
publicado en relación con las adversidades climatológicas:
·
Real
Decreto-ley 2/2015, de 6 de marzo, por el que se adoptan medidas urgentes para
reparar los daños causados por las inundaciones y otros efectos de los
temporales de lluvia, nieve y viento acaecidos en los meses de enero, febrero y
marzo de 2015
·
Orden
AAA/1195/2015, de 18 de junio, por la que se establecen las bases reguladoras y
se convocan subvenciones públicas destinadas a la obtención de avales de la
Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria por titulares de explotaciones
agrarias que garanticen préstamos para financiar sus explotaciones
·
Orden
ESS/952/2015, de 22 de mayo, por la que se dictan normas para la aplicación de
lo dispuesto en el artículo 12 del Real Decreto-ley 2/2015, de 6 de marzo, por
el que se adoptan medidas urgentes para reparar los daños causados por las
inundaciones y otros efectos de los temporales de lluvia, nieve y viento
acaecidos en los meses de enero, febrero y marzo de 2015.
Crisis de precios generalizada en toda Europa
2015 se ha caracterizado
en toda Europa por ser el primer año de aplicación de la nueva PAC y por ser un
año muy malo en cuanto a precios agrícolas y ganaderos de refiere.
Desde el punto de vista de
la implementación de la nueva PAC, los agricultores y ganaderos han tenido que
lidiar con las nuevas exigencias y requisitos impuestos para este nuevo periodo,
algo que ha llevado a todo el sector a solicitar una simplificación de la PAC
que la Comisión Europea espera tener lista para 2017.
Del lado de los precios,
el resultado no ha podido ser más negativo. Exceptuando sectores muy
particulares, los agricultores y ganaderos europeos han visto cómo los precios
agrícolas han mantenido una tendencia bajista, especialmente en ámbitos como el
lácteo o el porcino, que están llevando a numerosos productores a la ruina. 2016
se presenta, de momento, con el mismo nivel de incertidumbre.
La política agraria
europea ha perdido casi todos sus mecanismos de gestión de mercados, por lo que
la capacidad de respuesta conjunta ante una crisis como la de este año es
mínima.
Los agricultores y
ganaderos españoles sufrimos, un año más, ataques a nuestras exportaciones en
Francia en los meses de verano, en lo que se ha convertido, tristemente, en una
“nefasta tradición reivindicativa de nuestros compañeros galos”. En estos
ataques, los agricultores españoles se indignaron ante la inacción de las
autoridades francesas, la tibia respuesta dada por el Gobierno español y la nula
preocupación por parte de las instituciones europeas. Ante ello, UPA celebró
hace pocas semanas una reunión con la organización agraria líder en Francia
–FNSEA- para tratar de reconducir la situación y evitar que los ataques se
vuelvan a producir.
Los recortes se ceban con las mujeres rurales
En lo referente a la
situación de las mujeres rurales en España, en el último año hemos visto cómo
los recortes que se han seguido produciendo han afectado más al ámbito rural y a
sus habitantes, especialmente a las más vulnerables, las mujeres. Hemos
continuado retrocediendo en materia de igualdad, conciliación, sanidad,
educación, en cuanto a participación equilibrada en órganos de decisión… Estamos
perdiendo infraestructuras en nuestros pueblos que costó años conseguir y
asistimos a la eliminación de servicios de atención y prevención a las víctimas
de violencia de género, a pesar del goteo incesante de asesinadas en el último
año.
Asistimos también con
extrema preocupación a la desaparición de la Ley de Dependencia que había
supuesto un importante hueco de empleo para las mujeres del medio rural y para
la supervivencia de nuestros pueblos.
En cuanto a la puesta en
marcha de la PAC, la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales ha criticado
ante las instituciones de la Unión Europea que no se recojan medidas específicas
dirigidas a las mujeres del sector agrícola y ganadero, así como también ha
criticado que en el desarrollo del marco nacional español no se haya apostado
por incluir subprogramas dirigidos a mujeres.
Fademur ha continuado
denunciando también en 2015 la pasividad de las administraciones para impulsar
la Ley de Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias de una forma
definitiva. El 43% de los trabajadores sin retribución del sector agrícola
europeo siguen siendo las mujeres, de las cuales, el 26% son propietarias de
explotaciones. Mientras tanto, la Ley española de Titularidad Compartida de las
explotaciones sigue “guardada en un cajón, sin apoyo ni impulso por parte de la
Administración”.
Fademur continuará
trabajando por el reconocimiento de derechos de las mujeres rurales, por la
valorización y visibilización de nuestro trabajo como productoras de alimentos
de calidad y gestoras del territorio y del medio ambiente.
Baja el valor de las primas pagadas en seguros agrarios
Respecto al sistema de
seguros agrarios, en el 2015 se ha mantenido la reducción de presupuesto del 14,
lo que ha llevado a que si bien se han mantenido en general los niveles de
contratación en cuanto a hectáreas y animales asegurados, sin embargo ha bajado
el valor de las primas pagadas, porque los agricultores y ganaderos han buscado
opciones más baratas de contratación, que también suponen un menor nivel de
cobertura frete a los diferentes riesgos que acontecen en la agricultura y
ganadería.
Aún no se notan los efectos de la Ley de cadena alimentaria
2015 ha sido el año de la
puesta en marcha de la Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la
cadena alimentaria. Aún así, el nivel de contractualización por escrito en el
sector primario es muy bajo y prácticas como las ventas con pérdidas o el uso de
productos reclamo siguen muy vigentes y como UPA ya denunció en su momento, “la
Ley no ha hecho nada por evitarlas”. Cosa diferente es la actuación de la AICA
donde es de reconocer su compromiso absoluto con el cumplimiento de la Ley de la
Cadena.
“Valoramos muy
positivamente el trabajo realizado por la AICA en su plan de control de la Ley
de la cadena”. El plan de control atiende tanto a las denuncias presentadas como
a las inspecciones de oficio. Es de destacar su adaptación en función de las
denuncias que se reciben. Se han presentado 91 denuncias de las cuales se han
resuelto 65 a fecha 1 de noviembre (71%). De estas 50 han sido desestimadas y 15
han terminado en un expediente sancionador.
Es de destacar que de las
desestimadas, 33 han sido por posibles denuncias de venta a pérdidas. Esto
demuestra que nada menos que el 36% de las denuncias presentadas por el sector
es por posibles prácticas de venta a pérdidas, lo que vuelve a poner de
manifiesto la “gran carencia” de la Ley de la Cadena. “Nunca sabremos cuántas de
estas denuncias van a ser siquiera investigadas por las Comunidades Autónomas y
mucho menos cuántas terminarán en expedientes sancionadores de la práctica que
más castiga al sector productor español”. Por sectores ha sido el lácteo el que
ha soportado mayor número de denuncias, hasta el 55% del total.
En todo caso los
desequilibrios de la cadena se mantienen y de momento no se ha mejorado la
capacidad negociadora de los productores. El ejemplo más claro lo tenemos en el
sector lácteo y las fortísimas tensiones de mercado que han puesto en riesgo de
cierre a miles de explotaciones ganaderas
Cabaña ganadera en excelente estado sanitario
El último año ha sido
bastante favorable desde la perspectiva de la sanidad animal, aspecto
fundamental para preservar nuestras exportaciones que en el ámbito ganadero
crecen año tras año manteniendo un nivel óptimo. Cabe recordar que las
exportaciones desempeñan una doble función: por un lado, aportan presencia de
nuestros productos en los mercados exteriores y además permiten mantener un
nivel más adecuado de precios en el mercado interno propio al aligerar la oferta
en el mismo.
Este buen ritmo de
exportaciones tiene que ver con la correcta ejecución de todos los programas de
control, vigilancia y erradicación que se desarrollan en nuestro país.
Conviene destacar los
recientes focos de fiebre aftosa existentes en la zona norte de Marruecos que
obliga a España a extremar la vigilancia y a los ganaderos a continuar con un
cumplimiento estricto de las medidas de bioseguridad en las explotaciones.
El informe de la OMS sobre la carne no deja efectos en el consumo
El incidente más destacado
en materia de seguridad alimentaria a lo largo del último año ha sido el
relacionado con la carne roja y la carne procesada. En efecto la Agencia
Internacional para Investigación sobre Cáncer (IARC) publicó una nota de prensa
sobre un informe que en un futuro se publicará y en el que se califican a las
carnes rojas y los productos cárnicos como potencialmente cancerígenos para los
seres humanos.
Desde UPA se hizo una
serie de recomendaciones desde el punto de vista de comunicación y en la Agencia
de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) de la que formamos parte se
mostró queja sobre la forma de comunicar por parte de la IARC. Se está a la
espera de la próxima publicación del informe completo.
Aprobación tardía de los planes de desarrollo rural
En 2015 se han aprobado
los diferentes instrumentos de aplicación de la política de desarrollo rural a
través del FEADER para el período 2014/2020. A primeros de año se aprobó el
Marco Nacional de Desarrollo Rural, herramienta que supone una cierta
armonización de la mayoría de las medidas contenidas en los Programas de
Desarrollo Rural autonómicos (PDR).
A mediados de año se
aprobó el Programa Nacional de Desarrollo Rural (PNDR 2014/2020) el cual está
basado fundamentalmente en las medidas relativas a dar soporte de apoyo
económico a la integración de cooperativas, a la nueva medida de innovación
(EIP) fomentando la constitución de grupos operativos y realización de proyectos
de innovación, a la Red Rural Nacional y a determinadas medidas de apoyo a la
asociación de industrias alimentarias y lucha contra incendios.
Durante todo el año se han
venido aprobando los diferentes PDR presentados por las CCAA, siendo en
noviembre cuanto se completó la totalidad de dichos planes.
Sin embargo, el gran
problema ha sido el gran retraso en la aplicación práctica de las medidas que
contienen los diferentes planes. Ya el año 2014 se tuvo que anular en cuanto a
su aplicación, repartiéndose el presupuesto en los restantes, y en 2015 debido a
la tardía aprobación de los planes ha supuesto que se pusiesen en práctica muy
escasas medidas, con el correspondiente perjuicio para el medio rural, y en
especial para los agricultores y ganaderos.
Poca participación de los agricultores en la planificación
hidrológica
A lo largo de 2015 se han
aprobado los planes hidrológicos de las diferentes demarcaciones hidrográficas
(intra e intercomunitarias) correspondientes al segundo ciclo de planificación
hidrológica en base a las normas comunitarias, es decir, el correspondiente al
período 2015 a 2021. Asimismo, también se aprobaron los planes de riesgo de
inundación en las diferentes demarcaciones hidrográficas.
La participación del
sector agrario en todo este proceso no fue la más deseable debido al escaso
nivel de interlocución en términos generales por parte de las respectivas
administraciones públicas competentes.
Acuerdo esperanzador pero insuficiente en la COP 21
El tema medioambiental más
importante en este año ha sido la reciente celebración de la Cumbre del Clima
COP 21 en París, en la cual el futuro del planeta estaba en juego y en
particular el sector agrario por el impacto que el cambio climático tiene en
esta actividad.
UPA, que es una de las
organizaciones integrantes de la Alianza por el Clima (plataforma de diversas
organizaciones –sindicatos, ecologistas, ONG…-) ha participado en la elaboración
de manifiestos, manifestaciones y otros actos con objeto de reclamar un cambio
en el modelo productivo para frenar los efectos del cambio climático. UPA cree
que el acuerdo alcanzado en la Cumbre del clima de París es "muy mejorable",
aunque supone un punto de partida que aporta "algo de esperanza" a la lucha
contra el cambio climático.
El alcance del cambio
climático en la agricultura, la ganadería y el modelo agroalimentario mundial es
aún desconocido, aunque desde UPA no dudan de que será “intenso”. Una menor
disponibilidad de recursos hídricos, la desertificación de los suelos o la
intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos son efectos que ya
notan hoy en día las explotaciones agrarias españolas.
Ante ello, el acuerdo
ratificado por los 195 países participantes en la Cumbre de la COP 21 de Paris
acordó la meta de que la temperatura media a fin de siglo se incremente entre
1,5 y 2º C (la superación de los 2º C tendría efectos irreversibles) y una nueva
meta de emisiones cero en la segunda mitad de este siglo.
El acuerdo es vinculante
pero no serán legalmente vinculantes los objetivos de reducción de emisión de
cada país (con objeto de que EE.UU. se sumase al acuerdo) ni lo son tampoco los
compromisos de financiación, lo que es en opinión de UPA una “mala noticia”.
Otro aspecto negativo es
que el acuerdo mantiene los mecanismos de mercantilización del clima, como los
mercados de carbono, “que favorecen claramente la especulación”. Las propuestas
de descarbonización de la economía han quedado también prácticamente
eliminadas, pues China las rechazó.
Pérdida de renta en los cultivos herbáceos
Como anunciamos desde UPA,
la cosecha de cultivos herbáceos del año 2015 arroja un balance negativo, con
reducción de rendimientos medios sobre la cosecha del 2014 cercanos al 10%, que
ya terminó con importantes problemas en amplias zonas productoras. Además el
nivel de los precios en origen también se ha situado algo por debajo de las
cotizaciones del año 2014, dando lugar a pérdida de renta por parte de los
cerealistas.
Año positivo para los olivareros a pesar de la escasa cosecha
Durante el año 2015, se ha
comercializado la cosecha que comenzó a recolectarse en otoño de 2014. El nivel
de producción de aceituna y de aceite fue tremendamente escaso, por debajo de la
mitad de la producción de la campaña anterior. Con motivo de dicha reducción, el
nivel de precios en origen repuntó de manera importante hasta el mes de agosto,
momento en el que comenzaron las bajadas de precio. De manera general, y a pesar
de la reducción de la cosecha, el balance para los olivareros en el año 2015 es
positivo.
Se generalizan los contratos para la uva
En este año hay dos
cuestiones a destacar especialmente, por un lado la campaña 2015/16 ha sido la
primera que gracias a la presión del sector vitícola, especialmente desde UPA,
se ha podido generalizar la firma de contratos de compraventa de uva para
vinificación en base a lo estipulado en la legislación vigente, sobre todo en
cuanto a la Ley de la mejora de la cadena alimentaria, si bien los precios de la
uva han sido excesivamente bajos ante un contexto de record de exportaciones,
bajos niveles de existencias iniciales y gran calidad de uva debido a las
condiciones meteorológicas.
Por otro lado, merece
destacar la consolidación de la organización interprofesional del vino (OIVE),
que ha venido trabajando internamente y logrando acuerdos de gran importancia
para el futuro del sector, tales como la recomendación de un modelo de contrato
de compraventa de uva y un acuerdo para la aplicación de una extensión de norma
que se ha solicitado al Ministerio de Agricultura con objeto de aplicarla en
tres años (2016 a 2018), y con objeto de financiar unas futuras campañas de
promoción con el 90% de la recaudación, y el resto destinarlo a estudios e
investigación e innovación. La cuota se aplicará a todo el vino comercializado
(granel, envasado, mercado doméstico, importaciones y exportaciones), y será de
0,065 €/Hl. para el granel y 0,23 €/Hl. para el vino envasado.
Año complicado para los cultivos industriales
Tanto la remolacha, como
el tabaco y el algodón, mantienen una clara tendencia de reducción de superficie
que evidencia las dificultades que atraviesan estos sectores con costes de
producción altos y rentabilidades a la baja. A pesar del esfuerzo que han
realizado los agricultores en los últimos años, 2015 no ha sido un año atractivo
para su renta.
Las importaciones mantienen hundidos los precios del arroz
El sector arrocero ha
seguido influenciado por el aumento de las importaciones procedentes de terceros
países, que de nuevo han inundado el mercado comunitario y que mantiene los
precios en un nivel extremadamente bajo. De la misma manera la dificultad para
poder utilizar productos fitosanitarios limita la rentabilidad de los arroceros.
Precios sostenidos para la fruta y ruina para las hortalizas
En frutas y hortalizas
despedimos el año con la sentencia del Tribunal Europeo de Justicia que indica
que la aprobación del Acuerdo de Asociación de Agricultura y Pesca establecidos
con el Reino de Marruecos no ha tenido en cuenta que los productos procedentes
del Sahara Occidental no deben formar parte del acuerdo por no reconocer ni la
UE ni la ONU que dichos territorios pertenecen a Marruecos.
Esto se produce en un
contexto en el que existe un importante descontento en el sector consecuencia
del acuerdo de Marruecos que hasta ahora ha permitido la entrada indiscriminada
de gran cantidad de productos hortofrutícola y a precios muy bajos sin que
paguen el correspondiente arancel. La utilización de un precio promedio entre
distintos tipos de tomate permite la entrada de producto cumpliendo el acuerdo.
UPA ha aprovechado la sentencia del Tribunal de Cuentas Europeo para insistir en
que el Acuerdo es claramente nocivo para los intereses agrícolas españoles y no
beneficia en absoluto a la población marroquí.
Indicar que la campaña de
fruta, sin ser excesivamente positiva, ha tenido precios sostenidos, más firmes
que el año anterior. Sin embargo, estamos ahora en plena campaña de hortalizas y
los precios son ruinosos, en torno a la mitad de años anteriores. UPA ha
realizados varios actos de denuncia de esta situación.
Precios muy bajos para los avicultores
Los precios de los
productos avícolas han estado situados en precios muy bajos con respecto al año
2014, con excepción de los meses de verano. La bajada del coste de la
alimentación ha sido el único salvavidas que ha tenido el sector durante el año
2015, con producciones ligeramente superiores a la campaña pasada.
Gravísima crisis de precios de la leche de vaca
La supresión de las cuotas
lácteas el pasado 31 de marzo de 2015 ha sido sin duda el principal
acontecimiento que en materia láctea ha marcado los últimos tiempos y que ha
coincidido con otros factores varios que han configurado un escenario plagado de
incertidumbres.
El periodo de cuotas se ha
ido con una supertasa para la campaña 2014/15, de 40.000 toneladas que ha
afectado a 150 ganaderos según datos aportados por el FEGA.
La supresión de las cuotas
lácteas ha originado el desarrollo del RD 319/2015 sobre declaraciones
obligatorias de entrega para vacuno, ovino y caprino de leche en España.
La desaparición de las
cuotas lácteas, la aprobación de un nuevo real decreto lácteo por el que se
regulan los contratos de compra venta de leche entre los ganaderos y las
industrias y las consecuencias de la importante “multa láctea” impuesta por la
Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia a once industrias lácteas por
prácticas contra la libre competencia y acuerdos ilícitos de reparto de mercado,
han generado un escenario preocupante y complejo que ofrece muchas más preguntas
que respuestas ciertas.
Con posterioridad a la
supresión de las cuotas, la tendencia de los precios de la leche ha sido
claramente bajista afectando al conjunto del país pero intensificándose en las
regiones de la cornisa cantábrica.
De este modo, el comienzo
de la nueva campaña láctea fue muy complicado, destacando una falta de
negociación absoluta de los contratos lácteos. El desequilibrio en el poder
negociador ha sido una evidencia en el sector lácteo y en un escenario de bajos
precios muchas industrias han impuesto sin escrúpulos los precios a los
ganaderos así como el resto de cláusulas de los contratos. Los precios fueron
bajos hasta nuestros días de forma que ni siquiera se cubren los costes de
producción en muchas regiones.
La falta de recogida de
leche se ha materializado en forma de “contratos basura” para los ganaderos con
liquidaciones en torno a 18-22 céntimos de euro por litro de leche. Estas
prácticas han producido un deterioro gravísimo del mercado lácteo que han
afectado duramente a la viabilidad de las explotaciones y al deterioro continuo
de las relaciones entre los operadores del sector lácteo, lo que contribuye a
desestabilizar y a mantener la falta de vertebración sectorial.
La horquilla de 18-22
céntimos ha sido una realidad que ha afectado a más de 1.000 ganaderos en áreas
de la cornisa cantábrica. UPA ha presentado al Ministerio de Agricultura un
total de ocho modelos de contratos y ofertas con los que operan primeros
compradores, viéndose afectados por estas prácticas los más de mil ganaderos de
la cornisa cantábrica referidos antes.
Esto ha sucedido con un
nuevo Real Decreto lácteo sobre la mesa, fruto de las denuncias constantes de
UPA de las malas prácticas que se estaban realizando en la contratación y fruto
de la necesidad de establecer un régimen de sanciones eficaz ante los múltiples
incumplimientos existentes.
UPA ejerció una importante
presión sobre las Administraciones exigiendo medidas a corto plazo para resolver
los casos extremos. UPA exigió la vigilancia y sanción de los ‘contratos basura’
presentados, de modo que se consideraran nulos y se lograra un compromiso con la
industria de recolocación de esa leche a precios de mercado.
También UPA propuso
medidas de intervención tales como secado de leche y almacenamiento privado
buscando alternativas como leche escolar o ayuda alimentaria para eliminar el
desfase entre producción y consumo y aliviar el escenario general de
liquidaciones por debajo de costes. La dificultad es que en España el precio del
excedente marca el precio general de la leche y eso debe ser resuelto de
inmediato
Una batería de propuestas
a corto, medio y largo plazo fue enviada a Agricultura y defendida en las
reuniones que en el ámbito nacional y autonómico se celebraron con motivo de la
grave crisis del sector: Regulación de la figura de los primeros compradores,
medidas de recuperación del consumo de leche y mejora de la imagen de la misma,
promoción de la leche producida por ganaderos españoles, acabar con la
banalización de la leche en los lineales de la gran distribución, medidas para
evitar la deslocalización, etc.
La deslocalización de la
producción láctea en relación con las zonas de montaña y desfavorecidas es una
de las grandes preocupaciones de UPA pues puede afectar a muchos de los pequeños
y medianos productores y productoras de leche afiliados a la organización.
La figura del mediador que
permita a los ganaderos individuales y a las Organizaciones de Productores
realizar una efectiva negociación colectiva de los precios de la leche también
ha sido y es una de nuestras principales reivindicaciones para atajar los abusos
y desmanes de algunas industrias.
La situación del ovino y
caprino de leche no es mejor, especialmente la del caprino, donde los abusos en
los contratos también han sido manifiestos y las liquidaciones a los productores
de ruina absoluta. La aplicación del paquete lácteo en ambos sectores está yendo
bastante más lenta que en el vacuno de leche.
De esta forma el verano de
2015 fue de gran actividad reivindicativa del sector lácteo en general y por
parte de nuestra organización en particular. Se realizó un gran esfuerzo desde
Galicia que se pasaron todo el verán en la calle con tractoradas varias haciendo
boicot a varias empresas lácteas y empresas de distribución.
Ello culminó con una
propuesta de Acuerdo Lácteo de la Administración. Un intento de recuperar valor
en la cadena láctea para su reparto equitativo. UPA no suscribió el acuerdo por
considerar que no existía una voluntad real de los eslabones superiores de la
cadena para lograr el objetivo pretendido. A día de hoy estamos participando en
el desarrollo del acuerdo pero la creación de valor sigue siendo una utopía.
Fruto de las tractoradas y
de la presión constante de la organización salieron adelante dos ayudas directas
para los productores de leche, por un importe total de 45 millones de euros, 25
de los cuales se conceden de forma universal a todos los ganaderos que
5realizaron entregas de leche en el periodo abril-julio de 2015 y otra de 20
millones de euros (con dos tramos en función del precio percibido).
De igual forma, UPA
trabajó para que la nueva PAC ofreciera cambios a la hora de percibir los pagos
acoplados y en este sentido, también la ayuda acoplada a los sectores de vacuno,
ovino y caprino de leche es interesante.
Precios por debajo de costes para el porcino
2015 ha sido un año muy
complicado en cuanto a precios percibidos por los porcicultores que quedaron ya
por el mes de agosto por debajo de los costes de producción. Recientemente se ha
anunciado la apertura del almacenamiento privado de carne de porcino con mayores
cuantías y mayor flexibilidad en cuanto a productos y salidas al mercado que en
años anteriores. Se espera que marque un cambio de tendencia en las condiciones
de mercado porque la situación de los productores a día de hoy es ruinosa.
La carne de conejo como producto reclamo en la gran distribución
La carne de conejo ha sido
uno de los productos preferidos por las grandes cadenas de distribución en
España para realizar agresivas y reiteradas promociones con el fin de atraer a
sus clientes. Hay empresas de distribución que de manera sistemática han
ofrecido carne de conejo a sus clientes a un precio que está por debajo de lo
que cuesta producirlo a un ganadero. Al tratarse de un producto sin despiece
posible, los efectos negativos para el sector son aún más perniciosos.
La utilización de la carne
de conejo como producto gancho o reclamo acarrea una importante pérdida de valor
a lo largo de la cadena y constriñe a los diferentes eslabones afectando
fundamentalmente al sector productor que ya no puede repercutir a nadie sus
dificultades. El conocido como “efecto sándwich” descubre una configuración del
precio de arriba hacia abajo, lo que plantea grandes dificultades de
rentabilidad a las explotaciones ganaderas cunícolas. En el último año el número
de explotaciones de conejos han disminuido en un 3,6%, aunque el censo ha
aumentado ligeramente.
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