Ya se ha iniciado la cosecha de maíz en Castilla y León. En la provincia de León, que cuenta con más de la mitad de la superficie de maíz de toda la Comunidad Autónoma se lleva cosechado en torno a un 10-15%, mientras que en el resto, sobre un 20-25%. Esta campaña no parece que el maíz vaya a dar un buen rendimiento, según la estimación de José María Santos, responsable técnico de cultivos de URCACYL. Ya empezó mal en las siembras, que estuvieron muy retrasadas por la falta de lluvias en primavera, provocando que se sembrara menos de lo habitual y con variedades de ciclos sensiblemente más cortos. Continuó mal en el verano, debido a las elevadas temperaturas que tuvo que soportar el cultivo, lo que le generó una gran estrés hídrico.

Por tanto, el efecto conjunto de una menor superficie sembrada de maíz y de menores rendimientos por la meteorología desfavorable, se va a traducir en una menor cosecha este año. En unas estimaciones muy preliminares, se baraja que la producción pueda reducirse en torno a un 20-25% (en León la reducción podría superar el 30%).

Es espera que para finales de diciembre esté cosechado el 80% del maíz, siempre que no llueva. En León, donde la cosecha siempre va más retrasada, ya que se suele esperar a que el grano seque lo más posible en el campo, para reducir los posteriores costes de secadero, puede alargarse a los primeros meses del año. El retraso en cosechar puede generar problemas, ya que si llueve mucho, el cultivo corre el riesgo de encamarse o de tener problemas de hongos. También retrasa la preparación del suelo para los cultivos de primavera.

Este año se han sembrado en torno a 105.000 ha de maíz (111.000 ha según datos PAC y 102.000 ha según datos estadísticos de la Junta de Castilla y León a fecha de septiembre). La producción que se estima esta campaña es en torno a 1-1,1 Mt frente al 1,4 Mt de la campaña pasada.