La superficie cultivada de patata en el norte y oeste de Europa podría ser inferior a lo inicialmente estimado, debido a la fata de semilla de patata para industria, según la opinión de la Asociación de Cultivadores de Patata de Europa noroccidental (NEPG). La falta de semilla es un problema serio en Francia, Alemania, Bélgica y Holanda, es decir todos los países que componen NEPG salvo el Reino Unido.

La Asociación denuncia que la mayor parte de las semillas para patata está en manos de los procesadores, lo que les da la oportunidad de firmar contratos con los cultivadores, fijando que tienen que entregarles las patatas producidas.

Ante la falta de semillas, se están buscando alternativas como semillas más pequeñas, (25- 28mm), semillas cortadas, uso de nuevas variedades menos conocidas, variedades con dos fines, más variedad Bintje, recuperación de variedades más antiguas como Asterix y Desiree etc. Por tanto, este año, la producción de patata estará más condicionada por los rendimientos que se obtengan que por la superficie cultivada.

Los procesadores tendrán que aumentar su capacidad de procesado entre 700 a 800.000 t y los precios de los contratos aumentarán entre 20 a 30 €/t para las patatas tempranas y entre 10 a 15 €/t para las de media estación.

En cuanto a las existencias final de campaña, NEPG considera que la cifra será menor que la del año pasado. Basa su estimación en los precios de mercado y de futuros. Una cuestión importante será conocer cual es el porcentaje exacto de pérdida en las patatas almacenadas y cómo de flexible será la industria con sus especificaciones. Cuánto más sea el desperdicio, menor será la cantidad que quede para la venta.

El mercado estará influenciado por las condiciones de siembra y la meteorología que habrá en la primavera. Es previsible que haya mucha demanda en julio de patatas almacenadas de buena calidad y de patata nueva. Debido a los altos precios de la semilla de patata, la NEPG ya avanza que tendrá un efecto directo sobre los costes de cultivo.