China es el principal productor de alimentación animal pero necesita importar casi el 80% de la proteína que necesita, lo que se ha convertido en un importante cuello de botella. En la actualidad, esta dependencia todavía es más problemática como consecuencia de la guerra comercial entre EEUU y China. No hay que olvidar que EEUU es uno de los principales abastecedores de soja al mercado chino.

Al mismo tiempo, la baja eficiencia de la utilización del alimento, no solo aumenta la carga metabólica de los animales de granja, sino que también conduce a una gran cantidad de emisiones que provoca impacto ambiental más prominente. 

Por estos motivos, el gobierno chino junto con la Asociación china de Alimentación Animal han decidido establecer unos nuevos estándares en pienso con el objetivo de reducir el contenido de proteína.

Con los nuevos estándares, el contenido de proteína en el pienso para cerdos de cebo se reduce en 1,5 puntos porcentuales. En el caso del pienso para ponedoras y pollo de engorde, el contenido de proteína bajará en 1 punto porcentual.

Con estas medidas, el gobierno chino estima que la importación de haba de soja se reducirá en 14 Mt, lo que supone un 13% que lo importado el año anterior. También tendría efecto en las importaciones de torta de soja, que podrían reducirse en 11 Mt.