El Gobierno francés acaba de confirmar su plan de salida del glifosato para fines de 2020. No obstante, para evitar dejar a los agricultores en un punto muerto técnico o económico, la prohibición se aplicará para usos en los que existen alternativas no químicas.

El número de productos autorizados por Autoridad francesa de Seguridad Alimentaria ha pasado de 190 a fines de 2018 a 29 dossiers en curso de examen al inicio de 2020.

El Instituto francés de investigación agraria (INRAE) ha estimado que el coste adicional medio de desmalezado mecánico en viticultura es de alrededor de 250 € / ha, es decir, como media, el 7% del superávit operativo bruto (EBT), variando entre 5 y 11.5% del EBITDA dependiendo de la zona y tipo de explotación. El Instituto tiene previsto evaluar el impacto económico de retirar el glifosato en otros sectores. Sobre esta línea y a más tardar a fines de 2020, ANSES retirará las autorizaciones de comercialización de los 29 productos restantes que contienen glifosato, tan pronto como los usos presenten alternativas no químicas que sean aceptables en un plano económico y práctico.

El gobierno francés moviliza casi 400 M€ cada año, para apoyar al sector agrario en la reducción del uso de productos fitosanitarios. Se incluyen 200 M€ (que serán 250 M€ en 2020) para la conversión a la agricultura ecológica.