Los remolacheros franceses, representados en la Confederación francesa de remolacheros (CGB), ha celebrado su Asamblea esta semana, en la que ha dominado el tema de los bajos precios del azúcar y de la remolacha, así como la política de contratación. La CGB insiste en que el precio pagado al agricultor no puede ser la única variable de ajuste y que es necesario mantener el sistema de contratos, de manera que el remolachero conozca de antemano, el precio que va a recibir por su remolacha.

Como aspecto positivo, la CGB ha recordado que gracias al trabajo realizado, consiguió que en noviembre pasado se publicara un decreto en Francia, para reconocer a las organizaciones de productores en el sector de la remolacha azucarera. En Francia ya se han creado dos OP, que son las primeras en el país y también las primeras en Europea, formadas por cultivadores de Roye y de Etrépagny. El objetivo de las mismas es facilitar las negociaciones entre los agricultores y la industria.

La CGB también ha valorado la actuación de las empresas:

Tereos: Caótica liquidación del contrato, con un segundo pago inicial más bajo de lo esperado, si bien los suplementos se pagaron más tarde, en forma de dividendo. La cooperativa ahora propone un nuevo contrato, totalmente indexado a las ventas de azúcar.

Cristal Union: la cooperativa incumplió sus promesas de precios, pero ofrece a sus agricultores más visibilidad, con el anuncio de un precio base para las cosechas de 2019 y 2020. En 2019 anunció el cierre de dos fábricas, una en Toury (Eure-et-Loir) y otra a Bourdon (Puy-de-Dôme), así como el cese parcial de la actividad de acondicionamiento en Erstein (Bas-Rhin).

Sant Louis Sucre: La CGB tuvo que negociar con la empresa para que abonara una suplemento de precio de  4.50 €/ t en la  cosecha de 2018 (aunque la CGB había reclamando 5 €/t). En 2019 anunció el cierre de dos fábricas, una en  Cagny (Calvados) y otra en Eppeville (Somme). La fábrica Cagny se cerró definitivamente el pasado 1 de enero y unas 370.000 t de remolacha esperan amontonadas en las bordes de la carretera para ser transportadas a otras plantas, si bien los 1.5000 remolacheros de esta zona tendrán que abandonar el cultivo la próxima campaña.

Incluyendo la valoración de la pulpa, estimada en 1,8 € / t a 16 °, el precio medio general en Francia en 2018-2019 es de 23,0 € / t a 16 ° (en comparación con 25,6 € / t a 16 ° en 2017) según la CGB. Los bajos rendimientos, los bajos precios y los altos costes de producción han puesto a los remolacheros en pérdidas por segundo año consecutivo, que podrían llegar a 300 €/ha, pero con grandes disparidades por región.