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Está aquí: Home / Agricultura / Cultivos herbáceos / Algunas ideas sobre la agricultura y el carbono

           

Algunas ideas sobre la agricultura y el carbono

José Luis Romeo Martín. Presidente de AGPME

28/04/2021

Si cogemos cualquier guía de fertilización en agricultura encontramos las recomendaciones de abonado para cualquier cultivo. Por ejemplo, en el caso del maíz, para obtener 12.000 kg. en una hectárea debemos abonar el terreno con 324 kg. de nitrógeno, 120 kg. de fósforo (P2O5) y 240 kg. de Potasa (K2O). Los anteriores datos se corresponden a las necesidades para el grano y para el resto de la estructura de la planta.

Por lo tanto, el agricultor añade 684 kg. de abono y obtiene 12.000 kg de grano, dejando además en el suelo el resto de la planta, es decir el rastrojo. La pregunta que debemos hacernos es ¿Cómo es posible que con 684 kg produzcamos 12.000 kg? ¿De dónde salen los 11.316 kg de diferencia? Una parte de los 12.000 kgs, un 15%, es agua. Eso son 1.800 kg. ¿Y los 9.500 kg que quedan? La respuesta es que la planta lo toma del aire. Esos 9.500 kg son básicamente carbono que la planta ha absorbido del aire y lo ha convertido en granos de maíz. Y de paso la planta libera oxígeno.

Cada planta tiene sus necesidades y su nivel de producción. Por ejemplo, en el caso del trigo se precisa utilizar unos 500 kg de abono para producir 7.000 kg de trigo. Pero, por supuesto, cuanto menos produzca una planta, menos carbono absorberá de la atmósfera. Cuanto más productiva sea una planta, más carbono toma de la atmósfera.

Por ejemplo, si repoblamos un monte con encinas, árboles de crecimiento muy lento, la absorción de carbono de la atmósfera será escaso. El carbono se irá convirtiendo en madera, un depósito de carbono, muy poco a poco.

En la provincia de Huesca, zona de vegetación autóctona o las escasas producciones que se obtienen en los campos de cereales de secano, tienen muy poca repercusión en la extracción de carbono atmosférico. Sin embargo, en los regadíos de esta misma provincia, con sus extraordinarios rendimientos en maíz, toman grandes cantidades de carbono de la atmósfera. ¿Cuánto supone eso? En los momentos en que el maíz tiene más vegetación, la extracción de carbono de la atmósfera por una hectárea de maíz es superior a la de una hectárea de selva amazónica. El crecimiento y capacidad de transformación de materia inorgánica en materia orgánica del maíz es brutal. Y eso es fruto de la selección realizadas por agricultores y científicos durante siglos.

Efectivamente, las plantas que hemos seleccionado para nuestra agricultura son las mejores, las más productivas y eficientes. Y entre los cereales (trigo, cebada, arroz, maíz…), que triunfaron porque son fáciles de conservar y transportar, el maíz es nuestro fórmula 1.

Todos venimos escuchando que las selvas amazónicas son el pulmón del planeta. Se supone que, en general, las selvas tropicales, absorben gran cantidad de carbono y liberan en el aire muchísimo oxígeno. Y yo así lo creía. Pero en realidad los suelos de las selvas son pobres. Las hojas y el material vegetal que cae de los árboles son troceados y descompuestos inmediatamente por un ejército de hormigas, termitas, insectos y microorganismos para ser rápidamente absorbido por las raíces de las plantas que allí crecen. Y debe hacerse con celeridad antes de que las frecuentes e intensas lluvias (la pluviometría en las selvas parte de 1.800 – 2.000 l./m2 hasta los 10.000 l./m2) arrastren los nutrientes que puedan quedar.

En esas condiciones, las selvas tropicales son un depósito de carbono sólo por la parte verde de la vegetación que allí crece. Son los árboles y plantas vivas los que constituyen el almacén de carbono. Pero no el suelo. Los suelos de las selvas tropicales contienen muy poco carbono.

Con suelos pobres en nutrientes no es posible un gran crecimiento que resulte en una gran absorción de carbono de la atmosfera. En las selvas, que son importantísimas a nivel de biodiversidad, por lo que se refiere al carbono se produce una actuación circular, esto es, muere vegetación y se descompone, emitiendo carbono, que es aprovechada como nutriente por otras plantas que absorben el carbono. Lo comido por lo servido.

La cuestión es, entonces ¿Cómo se reduce el carbono de la atmósfera y dónde?

Para contestar a esta cuestión podemos plantearnos, como ejercicio teórico, cómo invertir el problema que tenemos hoy en día. Es decir, hasta hace 100 años teníamos un determinado nivel de carbono en la atmósfera. Ese nivel estaba equilibrado porque las emisiones de carbono se compensaban más o menos con la absorción de carbono por las plantas. El equilibrio se rompió cuando empezamos a utilizar carbón, petróleo y gas como fuentes de energía barata.

El carbón, el petróleo y el gas tienen un origen vegetal. Por lo tanto, lo primero que tenemos que saber es cómo se originaron esos depósitos de carbono que son el carbón o el petróleo. La respuesta a esta cuestión no está clara. El carbón parece proceder de grandes cantidades de árboles. Y el petróleo tal vez de grandes cantidades de algas. Pero en ambos casos esos grandes depósitos vegetales tuvieron que estar en condiciones anaerobias o cualquier otra similar que evitara su descomposición mientras se producían los movimientos necesarios en la capa terrestre como para que quedaran depositados en el subsuelo.

Es decir, un árbol (que es un depósito de carbono), cuando se muere, cae al suelo y se pudre, emitiendo carbono a la atmósfera. ¿En qué condiciones una gran cantidad de árboles se muere y aguanta sin pudrirse hasta que, pasando siglos, los movimientos tectónicos de la tierra los envuelvan para formar una mina de carbón? La respuesta es que no lo sabemos muy bien. Tal vez tiene que ver con condiciones muy frías (una glaciación) o muy secas. ¿Podemos hacer artificialmente depósitos de vegetales bajo tierra o bajo el agua para volver a crear unas bolsas de carbono bajo el suelo? Imaginemos que hacemos como con aquellos barcos cargados de café que se vertían al mar. ¿Enterrando o hundiendo materia orgánica detraemos carbono del ciclo?

He estado leyendo el libro de Bill Gates “Cómo evitar un desastre climático” y me ha parecido interesante. En mi opinión ha realizado un buen trabajo porque el problema al que nos enfrentamos es de una complejidad extraordinaria y exige poner a trabajar a los mayores expertos en muchísimas especialidades. Hay que tener muchos conocimientos de lo más diverso para afrontarlo y es muy difícil coordinar a tanta gente. Por otra parte, Bill Gates, desde su posición, ha podido acceder a mucha información que no está al alcance de todos.

Los datos básicos que da son los siguientes:

Cada año emitimos a la atmósfera 51.000 millones de toneladas de gases efecto invernadero.

Esta cifra debe reducirse a cero. El ejemplo que pone es una bañera que se va llenando de agua y debemos evitar que rebose. No basta con disminuir el chorro de agua que cae, sino que hay que pararlo del todo.

El desglose de los 51.000 millones sería el siguiente:

  • El 27 % se produce en la generación de electricidad.
  • El 31 % en los procesos de fabricación.
  • El 19 % en cultivos y cría de animales (9.690 mill. de Tn), de los cuales:
    o 15,2 % (7.752) en ganadería
    o 3,8 % (1.938) en el resto de agricultura
     Un 70 % es básicamente por los fertilizantes (incluida su fabricación)
     Un 30 % por deforestación.
  • El 16 % es el transporte.
  • El 7% es la calefacción y aire acondicionado

El libro de Bill Gates se centra en el problema de reducir a cero las emisiones. Pero no entra, ni parece que nadie preste atención a la posibilidad de cómo disminuir el carbono de la atmósfera. En su ejemplo, cómo vaciar la bañera.

En el apartado de agricultura Bill Gates recuerda alguna información interesante:

  1. El proceso Haber – Bosch (por el que estos dos investigadores recibieron el premio Nobel en 1918 y 1931) permitió elaborar nitrógeno sintético, solucionando la limitación que tenía la agricultura para producir más.

El nitrógeno es un elemento imprescindible para obtener buenos rendimientos en agricultura. Como indica Bill Gates en su libro, sin nitrógeno en agricultura la población mundial sería entre un 40 y un 50 % menor.

  1. La revolución verde de Norman Borlaug (Premio Nobel de la Paz en 1970). En desarrollo de variedades enanas de trigo multiplicó el rendimiento de este cereal en pocos años. Lo realizado con trigo luego se desarrollo con arroz, maíz y otros cultivos. (Hoy la mejora genérica se hace con técnicas de edición genética mucho más seguras y prometedoras.)

Como consecuencia de las aportaciones de estos sabios la producción de cereales se ha triplicado desde 1950 a 1990 con prácticamente la misma superficie agrícola cultivada. ¿Ha tenido esto repercusión en los gases de efecto invernadero?

Lo cierto es que todo el mundo considera que la producción agraria estricta (sólo agricultura sin ganadería) es generadora neta de gases efecto invernadero. Es decir, lo que se produce es digerido por animales y personas, generando carbono atmosférico. Y los restos vegetales que quedan en el campo se descomponen, generando también carbono atmosférico. Y por tanto, en esta visión, la agricultura no fija carbono.

Fijémonos en que el cálculo de los gases efecto invernadero atribuidos a la agricultura estricta se hace trampa:

  • Se incluye como contaminación agraria el consumo de combustibles fósiles para producir los abonos (se atribuye a este proceso industrial anterior un 1% del consumo mundial de energía, que normalmente se hace con gas natural, pero que debería cambiarse por otro tipo de energías limpias. Este cambio a energías limpias para producir abonos calcula Bill Gates que encarecería los abonos en USA un 20%).
  • Y también carga a la agricultura los gases efecto invernadero que supone el consumo de los productos agrícolas. Es decir, el maíz puede consumirse (produciendo gases efecto invernadero al digerirse) o podría meterse en una bolsa en el fondo de una mina (con lo cual se extraería del ciclo del carbono para ser enterrado bajo tierra.) Y esta segunda decisión queda en manos de quien compra ese cereal.

¿Podemos decir, entonces, que todo el carbono que detrae la agricultura de la atmosfera, vuelve en un breve espacio de tiempo a la misma?

En realidad, esto no es así. Existen sumideros de carbono en nuestros suelos. Por ejemplo, tenemos los suelos negros como los de Ucrania, llamados Chernozem. Y en general todos los encuadrados dentro de la denominación de Molisoles. Se trata de suelos que van del marrón oscuro al negro que tienen una alta proporción de carbono. En Argentina son un 34% de la superficie. Pero también los encontramos al sur de Brasil, al sudeste de Australia y Sudáfrica, en las grandes llanuras de Estados Unidos o en Rusia. Su capa superficial, llamada Horizonte A, suele tener un espesor de 60 a 80 cm, y tiene entre un 4% y un 6% de materia orgánica. Estos suelos se encuentran en zonas templadas, entorno al paralelo 50. ¿Cómo se han generado? Evidentemente incorporando al suelo materia orgánica que se queda en el mismo porque su descomposición es escasa o muy lenta. Esos son sumideros de carbono.

Pero además la incorporación de los restos de cosecha a nuestros suelos agrícolas va incrementando cada año el porcentaje de materia orgánica y, por tanto, de carbono, a nuestros suelos. Las tierras de regadío de Riegos del Alto Aragón, del Canal de Aragón y Cataluña, o de los regadíos españoles, van subiendo progresivamente sus niveles de materia orgánica. Y esto está acreditado por los análisis que los agricultores hacemos de nuestros suelos para ajustar nuestros abonados a lo que precisan nuestros cultivos.

Y lo mismo podemos decir de los sistemas de no laboreo o mínimo laboreo que se están implantando en nuestros regadíos y secanos, técnicas englobadas dentro de lo que denominamos agricultura de conservación. Un compañero italiano me habló del establecimiento de un cinturón entorno a Milán como sumidero de carbono que consistía en el compromiso de los agricultores adheridos de pasarse a la siembra directa durante cinco años a cambio de una prima europea.

Por lo tanto, no deben existir dudas: La agricultura fija carbono en el suelo. Cuanto más produce, más carbono fija. Ese carbono se queda en nuestros suelos y los mejora, y determinadas técnicas como la agricultura de conservación permiten mejorar la fijación de carbono en el suelo.

Por eso pienso que algunas líneas de la Política Agrícola Común son malas para el medio ambiente. Es el caso de la obligatoriedad de abandonar un 5% de nuestras superficies para dedicarlas a un barbecho o a superficie de “interés ecológico” (que no se puede ni abonar ni sulfatar.) Es un 5% que no produce ni detrae carbono o lo hace a muy pequeña escala.

O las restricciones que se anuncian respecto al uso de fertilizantes o fitosanitarios en la futura PAC. Las consecuencias, evaluadas ya por un informe del USDA (Ministerio de agricultura americano) serán la caída de nuestras producciones en un 15 o 20%. Y en consecuencia, también una menor absorción de carbono en la misma proporción. Es ir para atrás.

También supondrá la importación a Europa de aquellos productos que no produzcamos. Esa importación dará lugar a que se arrasen selvas en otros lugares para producir lo que aquí ya no podamos producir, aumentará el precio de los productos agrarios y supondrá un aumento del hambre en el mundo. Es precisamente el motivo que se utilizó para rechazar el cultivo en Europa de plantas para producir biocombustibles: No debemos reducir la producción alimentaria si queremos conservar las selvas o luchar contra el hambre en el mundo. Y tampoco debemos hacerlo si perseguimos reducir el carbono en la atmósfera.

Realmente algunas de las líneas principales de la PAC son muy malas para el medio ambiente, la seguridad alimentaria europea y la lucha contra la lacra del hambre.

Comentarios de nuestros lectores:

  1. Carlos dice

    28/04/2021 a las 08:48

    Por fin, un poco de sensatez. Si se parte de un diagnóstico equivocado, el tratamiento propuesto difícilmente solucionará el problema

    Responder
  2. Juan Ignacio dice

    28/04/2021 a las 10:00

    Interesante y valiosísima aportación para la mitigación del cambio climático. Abre la puerta a nuevo enfoque para prácticas agrícolas en herbáceos orientadas decididamente a potenciar el suelo como el auténtico receptor de carbono (pues no tenemos otra…)

    Responder
  3. Javier F. dice

    28/04/2021 a las 11:18

    Muy necesario conocer y divulgar la faceta positiva y de las grandes bondades que aporta al medio ambiente la agricultura y ganadería. Parece que sólo interesa la «falsa» visión catastrofista que interesa a ciertos colectivos

    Responder
  4. Ramón dice

    28/04/2021 a las 11:40

    Buen articulo, con argumentos y datos, dando a conocer la realidad de los beneficios medioambientales de la agricultura y ganadería, desmontando el argumentario medioambientalista que tanto criminaliza a éste sector.

    Responder
  5. Fernando dice

    28/04/2021 a las 11:59

    Una demostración del absurdo ecologismo de la PAC de la obsesión permanente de producir menos en la UE y depender de las importaciones de alimentos de peor calidad y seguridad. De no priorizar la AConservacion que es futuro frente a la AEcologica que es pasado.

    Responder
  6. Francisco dice

    28/04/2021 a las 12:03

    Excelente artículo, alguien de la administración tendría que tomar buena nota de las bondades medioambientales de la agricultura y la ganadería basadas en datos y argumentos contundentes. Potenciándola en vez de penalizarla !!.

    Responder
    • Franklin Ramirez dice

      02/05/2021 a las 01:20

      Muy buen punto de vista.
      Resolveremos el problema de calentamiento global produciendo alimentos y así mitigar el hambre que mata a muchos.

      Responder
  7. Pablo dice

    28/04/2021 a las 12:42

    Cojonuda contribución pero habría que matizar en una cosa. La agricultura contribuye a la fijación del carbono si se deja el carbono en el suelo, sino se recogen los restos de cosechas ni se realizan técnicas culturales que fomenten la descomposición rápida de esa materia orgánica.

    Responder
  8. Louis Gerardo dice

    28/04/2021 a las 16:10

    Cuando leo estos artículos donde se revela algo que al parecer la opinión pública informada desconoce, no tardo en preguntarme ¿ por qué los hacedores de políticas públicas no le dan la importancia que menciona el autor ?, ¿ será que lo ignoran ?. Eso es aún más desconcertante cuando se trata de la culta y generadora de conocimiento Unión Europea. Al final no es difícil concluir que es imposible que ignoren lo descrito en el artículo y que debe haber algo más que desconocemos para tomar las medidas que critica el autor. Es necesario darle una lectura más profunda a las bases de la toma de medidas de instituciones donde sobran cerebros y gente muy versada en los asuntos que regula. La sensación que me trasmite el artículo es que debemos mantener el estatus quo de la agricultura, que no es cierto eso que dicen de su inmenso impacto ambiental. Que no hay que hacer nada porque no hay nada que remediar.

    Responder
  9. Antonio Gázquez Gómez dice

    28/04/2021 a las 19:19

    Estoy totalmente con lo expuesto al inicio , A mayor producción más carbono absorbido pero los barbechos y la agricultura ecológica tambien tienen sus aportaciones al medio ambiente y no voy a escribir un articulo largo para explicarlo
    En el barbecho bien realizado se entierra vegetación y restos de cosecha ademas de almacenar agua para producir más al siguiente año
    En cultivos herbáceos el periodo verde permanece más tiempo que en abonados con la consiguiente absorción de rayos solares en fechas más tardías
    Con una buena rotación de cultivos también se produce y la no utilización de abonos y productos qíimicos supone unas ventajas económicas y ambientales
    No hay una sola buena forma de actuar sino que cada cual debe estudiar lo que más le conviene y por supuesto la administración ha de escuchar todos los argumentos si pretende obrar correctamente

    Responder
  10. ANTONI dice

    28/04/2021 a las 20:33

    haber si aprenden esos politicos q no se enteran de nada,
    los agricultores y ganaderos siempre tenemos la culpa
    del cambio climatico ,eso es pura mentira.

    Responder
  11. Francisco Javier dice

    28/04/2021 a las 21:03

    Excelente artículo, muy bien argumentado.
    Ahora a difundirlo para que dejen de demonizar continuamente a la agricultura.
    De todos es sabido que la agricultura es sumidero de CO2, pero nunca nos lo quieren reconocer y menos todavía pagar por evitar comprar derechos de emisión.

    Responder
  12. Ramon dice

    28/04/2021 a las 21:31

    Muy bueno el articulo.
    Miles de aviones volando y contaminnando incluso con ayudas publicas y la culpa de todo la agricultura y ganaderia de toda la vida.
    Los agricultores siempre de cabeza de turco.
    Y con la rpac otra vielta de tuerca.
    Basta ya

    Responder
  13. M N S dice

    28/04/2021 a las 22:46

    Con tanta cabeza pensante que hay en Bruselas, en que gastan el tiempo en discutir a quien hay que hacerle caso a los que pretenden un mundo maravilloso verde o a los que se preocupan de pensar en solucionar el problema como el estudio que acabamos de leer, por cierto esplendido.

    Responder
  14. Brisa Bojorquez dice

    29/04/2021 a las 01:53

    Quiero compartir que he desarrollado una manera de tener carbon de deshechos, ya no tendríamos que cortar árboles y tampoco explotar el suelo, solo necesito saber a quién dirigirme para que hagan los estudios que se necesiten , no busco una ganancia solo quiero ayudar al medio ambiente

    Responder
  15. Dosdefren dice

    29/04/2021 a las 10:05

    SI NO HE ENTENDIDO MAL.
    LA UNICA ACTIVIDAD CAPAZ DE FIJAR CARBONO ,ES LA AGRARIA .
    Y ,SI NO ANDO YO, MUY MAL DE LA CABEZA, ES LA UNICA DE LA QUE NO PODEMOS PRESCINDIR PARA SOBREVIVIR.
    PERO???.
    PORQUE , TENDRÉ LA SENSACIÓN,DE QUE SE TRATA DE LA ACTIVIDAD SOBRE LA QUE SE ESTA PONIENDO EL FOCO DE ATENCIÓN, Y A LA QUE SE ESTA DEMONIZANDO.
    QUIZÁ , SEA POR QUE ES LA UNICA QUE NO ESTA DOMINADA POR GRANDES CAPITALES QUE SON LOS QUE INFLUYEN EN LAS POLÍTICAS, Y SON DUEÑOS DE LOS MEDIOS DE MANIPULACIÓN ?????.
    ??POR QUE NO SE HABLA DE LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA.(si se hacen las cosas para que duren, habrá que hacerlas menos veces, habrá que trabajar menos para hacerlas y para pagarlas).BAJO MI PUNTO DE VISTA.
    NO HABRÍA QUÉ PRODUCIR MAS PARA MEJORAR LA ECONOMÍA NI LA CALIDAD DE VIDA,
    LO QUE HABRÍA ES QUE PRODUCIR MEJOR.
    ??? POR QUE NO SE HABLA DE LO QUE CONTAMINA EL TURISMO(en este país no interesa en absoluto)
    PARECE QUE LO MAS ESENCIAL EN LA VIDA DE UNA PERSONA ES. VER MUNDO, VIAJAR,VIAJAR Y VIAJAR….
    LUEGO A ESTOS MISMOS SE LE LLENA LA BOCA HABLANDO DE LO CÍVICOS QUE SON Y DEL CAMBIO CLIMÁTICO. PERO ESO SI QUE NO LES TOQUEN SUS CAPRICHOS.
    CUANTA HIPOCRESÍA, Y FALSEDAD………

    Responder
  16. Manolo dice

    29/04/2021 a las 10:11

    Muy buen artículo y que deja muy claro beneficios que la agricultura da al medio ambiente y que otros quieren negar

    Responder
  17. Juan torres dice

    29/04/2021 a las 16:55

    Es un análisis parcialmente correcto, la llamada Agricultura de Conservación es un oxímoron, no conserva NADA, no entierra los restos vegetales pero exige o recomienda la utilización de Herbicidas. Venenos de síntesis incompatibles con la biodiversidad vegetal del primer escalón de la cadena trófica.
    Lo siento a mi no me ha engañado, ese artículo lo podría haber financiado Roun-Up y la Bayer.

    Responder
  18. Carlos Martin dice

    29/04/2021 a las 18:12

    Aumentamos las producciones, bien pero prohibimos la biotecnología, hacemos agricultura de conservacion, bien pero prohibimos el glifosato. Subvenciónanos la forma de producir menos sostenible que es la agricultura de ricos (orgánica) . El autor ha desarrollado perfectamente las verdades de la agricultura sostenible.

    Responder
  19. M N S dice

    29/04/2021 a las 22:23

    Hombre, cuando a uno le duele algo lo normal es que se tome algun calmante, pues a un cultivo si tiene alguna plaga lo normal es tratarla. No hay que demonizar tanto a los productos fitosanitarios si se usan
    responsablemente.

    Responder
    • Louis Holder dice

      30/04/2021 a las 00:54

      Exacto. Pero la utilización promedio de pesticidas por hectárea no ha cambiado en más de 30 años y en algunos países ha aumentado. No parece un buen resultado de u esfuerzo serio para usarlos responsablemente.

      Responder
  20. J.M.Terrón dice

    01/05/2021 a las 23:31

    Enhorabuena por el articulo. Se podría complementar hablando también de la Agricultura de Precisión, que persigue la optimización de los insumos.

    Responder
  21. José Páez Parada dice

    14/04/2022 a las 12:08

    Siempre habrá contradicciones en los estudios y análisis que se puedan dar, pero cuando se expresan con tantos datos que se aportan en este estudio, debemos tomarlo con seriedad y saltar aquí, como caballos desbocados a expresar nuestras opiniones bajo parámetros ideológicos o afinidad política. Y los aportes debería ser técnicos y experimentales como algunos mencionan.nocon descrédito hacia el autor que lo sustenta en un gran análisis.

    Responder

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