Finalmente parece que será Rouen (Francia) donde la azucarera de Dubái, Al Khaleej Sugar (AKS), va a construir su fábrica azucarera, que pretende ser una de las más grandes de Europa. Así lo ha anunciado Haropa Port, entidad que gestiona los puertos fluviales de Le Havre, Rouen, y París, a lo largo del Sena.

Haropa Port ha seleccionado el proyecto de la empresa AKS para la construcción de la azucarera dentro de la convocatoria que lanzó en junio de 2021 para la mejora de una antigua plataforma industrial ubicada Grand-Couronne – Moulineaux (Seine-Maritime). La fábrica de extracción de azúcar de remolacha se ubicará en un terreno de 75 ha, con una inversión de varios cientos de millones de euros y que podría estar operativo en 2025. Se espera una producción de entre 650.000 y 850.000 t, lo que representa entre el 7 y el 9% de las importaciones de las áreas geográficas objetivo de AKS: Magreb, Italia, España y el Reino Unido. Se baraja la creación de 300 puestos de trabajo directos y más de 1.000 indirectos. Los cuellos y coronas se destinarán a la producción de biogás y las pulpa deshidratada a la producción de etanol.

Durante los últimos años, la empresa dubaití ha estado dudando entre implantar su proyecto en el Reino Unido o en Mérida (Badajoz). De hecho solicitó autorización en ambas localizaciones, aunque parecía que se había impuesto la localidad extremeña. Incluso en julio pasado se firmó un protocolo para impulsar la construcción de la azucarera entre la Presidencia de la Junta de Extremadura, en Mérida, Fernández Vara y Ibérica Sugar Company SLU, empresa creada por Al-Khaleej Sugar. Al acto de firma acudió incluso la Ministra de Industria, Reyes Maroto.

Aunque no se ha difundido ninguna información contradiciendo el protocolo firmado este verano, es muy improbable que si sale el proyecto de Rouen, salga el de Extremadura. No obstante, también habrá que esperar y ver si efectivamente se llega a construir la fábrica de Rouen o todo queda solo en un anuncio. No hay que olvidar que en 2019, en Francia se anunció el cierre de 4 fábricas de azúcar dos de Sant Louis Sucre, filial de la alemana Südzucker, y dos de Cristal Union.