«La caza es una herramienta fundamental para afrontar los graves daños económicos que sufre la agricultura y, por tanto, me opondré enérgicamente a cualquier cambio de norma que ponga en riesgo su supervivencia», ha asegurado el consejero de Agricultura de Aragón, Joaquín Olona, el pasado sábado, durante la inauguración de la Feria de la Caza y Pesca de los Monegros.
Olona ha explicado que hace tan solo unos días, el Presidente Lambán enviaba una carta al Gobierno Central dando traslado de los perjuicios que supondría la entrada en vigor tal y como está planteada la nueva norma de bienestar animal. Este sábado, y en el mismo sentido, el consejero también ha criticado que aunque el anteproyecto de la Ley de protección, derechos y bienestar de los animales ha introducido notables mejoras respecto a las versiones iniciales, «sigue generando alarma en el ámbito rural, particularmente en relación con la caza, el pastoreo y la guarda del ganado».
Aunque el anteproyecto establece un régimen diferenciado para los perros vinculados a la caza y el ganado para atender a las circunstancias en que se desenvuelven, la disposición final tercera deja claro que los perros, así como los hurones (y los gatos), se considerarán, en cualquier caso, animales de compañía. También establece, que los animales utilizados como reclamo o las aves de cetrería, al no considerarlas de producción, quedarán sometidas a la norma. «Todo ello hace que, en su actual redacción y cuanto menos, el anteproyecto genere serias dudas no solo con respecto a la caza y la ganadería extensiva, sino también en lo relativo a su aplicación y control administrativo», ha criticado el consejero.
Más allá de su dimensión lúdica y deportiva, Olona ha vuelto a defender a la actividad cinegética como una «herramienta imprescindible» para afrontar los graves daños económicos que sufre la agricultura como consecuencia de la sobrepoblación de ciertas especies cinegéticas como el conejo, el corzo o el jabalí, así como para afrontar los riesgos sanitarios a los que está sometida la ganadería como consecuencia de la propagación del virus de la peste porcina africana a través del jabalí o de la tuberculosis a través del ciervo u otros ungulados, entre otras.
El Consejo de Ministros no ha aprobado todavía el texto definitivo, sino la continuación del proceso de elaboración de la ley. Por tanto, tanto el Presidente Lambán como el consejero defienden que los animales que colaboran con los ganaderos y los cazadores no deben ser considerados animales de compañía y, en consecuencia, no deben ser objeto de ningún régimen especial en la ley de protección, derechos y bienestar de los animales, sino que tienen que ser excluidos de la misma. «Hay que garantizar la eficacia de la propia norma, al tiempo que se evite seguir alarmando al mundo rural», ha dicho Olona.
No se entiende que un animal de caza, que no deja de ser una actividad de ocio, sea considerado un animal de trabajo, y por esa razón no tenga derecho a que se garantice su bienestar animal. Como veterinario, sé a ciencia cierta que los animales peor tratados en términos generales son los de caza, y no los de compañía. Cuando no les sirven, no acuden a nuestros servicios para ser sacrificados dignamente, sino que habitualmente acaban sus días con un tiro. Me parece una burla, la verdad. Un perro pastor, policía, trufero, esos son animales de trabajo. ¿pero un perro de caza? El cazador que no quiera asumir las normas, que se dedique los fines de semana a ir al cine, que no vive de eso.
Eso lo dirá por usted o por sus allegados.
En Europa llevan años legislando y cumplimiendo sobre Bienestar Animal tras el
tratado de Strasburgo. Aquí solo interesa lo que interesa que nos caiga (€) …, sacar rédito político oponiendose, tambien ¿ Acaso no es ni más ni menos que el cumplimiento de nuestro Código Deontológico.
Veterinaria de pueblo.
Respecto a los gatos no es lo mismo el gato cojinero que solo sirve para recibir las caricias que no damos al hijo que no hemos podido o no hemos querido tener, que el gato que cumple una función sanitaria atrapando roedores . De los dos el que lleva una vida más digna es el segundo, con su libertad y sin esterilización que nos lleva a un punto final. La castración bien entendida empieza por uno mismo,habria que decirles.