El Ministerio francés de Transición Energética ha anunciado dos nuevas medidas regulatorias para acelerar la producción de biometano. Este anuncio se produce pocos días después de que el presidente francés Emmanuelle Macron hablara sobre el proyecto de ley de aceleración de las energías renovables.
Una de las medidas es la revalorización del precio de compra del biometano para tener en cuenta la inflación. Esta medida permite considerar el fuerte aumento de los costes de construcción de nuevas instalaciones. Con indexación a la inflación observada al momento de la firma del contrato de compraventa, este decreto permite preservar el equilibrio económico de los proyectos de nuevas instalaciones de producción de biometano en un período de alta inflación.
La segunda medida es la ampliación del plazo, en hasta 18 meses, para la puesta en marcha de proyectos de instalaciones de producción de biometano, cuyos trámites administrativos hayan concluido pero que se hayan atrasado en su construcción.
El gobierno francés, con el fin de reducir la dependencia de los combustibles fósiles, está apoyando el desarrollo del sector del biometano, lo que ha acelerado su producción en los últimos meses: a 30 de junio de 2022, 442 instalaciones inyectan biometano a las redes de gas natural. Su capacidad de producción asciende a 7,6 TWh al año, un 18% más que a finales de 2021.
Buen método para aprovechar los desperdicios Destrios de la patata en Castilla y León un proyecto ya intentado hace años
Alemanes e Italianos nos llevan una ventaja descomunal en el mercado del biometano con cientos de pequeñas granjas que, no sólo descontaminan los residuos de las explotaciones (estiércol, purines, residuos de la industria agropecuaria…) sino que hasta utilizan ensilado de maíz como fuente de materia orgánica para digerir.
Ahora los franceses apuestan con estas medidas para impulsar el biometano a tope. Y en España? Después de poner todas las trabas burocráticas del mundo los gobiernos de uno y otro color (previsiblemente por influencias de las gasísticas y las eléctricas y sus puertas giratorias) parece que a algunos, tras la debacle del gas ruso por la guerra y el argelino por otras «amistades peligrosas», ahora les pilla de nuevos y veremos si quieren mover ficha.
No hay mejor ejemplo de «economía circular» en una planta de biometano: elimino residuos, produzco energía (gas, electricidad o calor) y produzco digestatos fertilizantes orgánicos para producir más alimentos en las fincas de la comarca… veremos lo que tardan nuestras administraciones y los grupos ecologistas en decir que esa es la vía y que «siempre la apoyaron»