La superficie cultivada de remolacha azucarera en Francia en 2023 se estima en 380.000 ha, por lo que por primera vez, desde la desaparición de las cuotas, el área caería por debajo del umbral de las 400.000 ha. Disminuiría en 20.000 ha (-5%) en comparación con 2022 y en 50.000 ha (-11%) en comparación con
la media 2018-2022. En los últimos años, la superficie de remolacha ha ido bajando año tras año. Hace 5 años se sembraron 486.000 ha, unas 100.000 ha más que este año.
La remolacha junto con la cebada de primavera son dos de los cultivos primaverales que han reducido superficie. En el caso de la cebada, por primera vez desde 2018, se prevé que el área cultivada se quede por debajo de las 500.000 ha, bajando 80.000 ha en comparación con el año precedente.
Los efectos de la sequía de 2022, los niveles de precios y las opciones de rotación de cultivos favorecieron los cultivos de invierno, como el trigo blando, la cebada y la colza, en detrimento de los cultivos de primavera.
Por el contrario, en el caso de la patata de conservación y de media estación, se espera una superficie de 153.000 ha, mas o menos estable en comparación con 2022 y con la media de los últimos cinco años, mientras que la de patata feculera solo llegaría a 19.000 ha, lo que supone un descenso del 10,3 % en un año y un 18,4 % en comparación con el promedio de 2018-2022.
Es lo que trae la improductividad y el ecoterrorismo de la nueva pac