El gobierno tripartito alemán —compuesto por el Partido Socialdemócrata (SPD), los Verdes y los Liberales del FDP— parece que se desmorona, después de que el Canciller Olof Scholz destituyera al Ministro de Finanzas y otros ministros dimitieran. Scholz ha pedido un voto de confianza al gobierno, pero todo parece apuntar a que habrá nuevas elecciones.
La coalición semáforo, que es como se le llama en Alemania, por el color de los partidos que la integran, nunca ha sido especialmente popular en el sector agrario por las continuas medidas restrictivas, más allá de la propia legislación comunitaria, que el gobierno ha estado imponiendo o ha querido imponer a agricultores y ganaderos alemanes.
La principal organización agraria alemana, la DBV, ha pedido elecciones anticipadas con urgencia, para poder contar con un gobierno fuerte que aligere de burocracia al sector agrario y le de leyes que le alivien en lugar en ahogarle.
El Ministro alemán de agricultura, Cem Özdemir, es del partido de Los Verdes y siempre ha promovido medidas más restrictivas que las comunitarias en materia medio ambiental, de bienestar animal, de etiquetado… Este ministro va a asumir también la cartera vacante del Ministerio de Educación e Investigación hasta as nuevas elecciones, que podrían ser en marzo. En consecuencia, la agricultura no va a ocupar el 100% de su tiempo.
El impacto en las políticas agrarias sostenibles
La crisis en el gobierno alemán está generando incertidumbre en torno a la política medioambiental de la Unión Europea, con implicaciones directas para el sector agrario. Alemania ha sido uno de los pilares de la agenda verde de la Unión Europea, impulsando iniciativas que buscan reducir el uso de fertilizantes y fitosanitarios, promover la biodiversidad y controlar las emisiones de gases de efecto invernadero en las explotaciones agrícolas. Sin embargo, el conflicto político actual y las futuras elecciones podrían dar un giro a la política alemana en cuanto al tema medioambiental.
Otro ámbito en el que la crisis alemana podría afectar directamente al sector agrario es el de las energías renovables en las explotaciones. Alemania ha liderado el impulso para integrar fuentes de energía limpia en la agricultura, incentivando el uso de biogás, energía solar y eólica en las explotaciones agrarias. Para los agricultores que ya han iniciado esta transición, la falta de estabilidad en las políticas representa un riesgo, pues inversiones costosas en tecnologías de energía limpia podrían quedar desprotegidas si los incentivos desaparecen.
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