El Gobierno francés ha dado un paso importante hacia la simplificación de los trámites para los agricultores al instaurar el control administrativo único en las explotaciones agrícolas. Esta medida, oficializada mediante una circular firmada por la ministra francesa de Agricultura, Annie Genevard, busca reducir la acumulación de controles y normativas que dificultan la labor diaria de los profesionales del sector.
Durante años, los agricultores franceses han expresado su frustración por la creciente carga de reglas y supervisiones que complican su trabajo. Según el sector, esta burocracia excesiva no solo representa un obstáculo logístico, sino que también desvía a los agricultores de su principal misión: garantizar la producción alimentaria y la gestión sostenible de sus tierras.
Annie Genevard, quien asumió el cargo hace un mes, ha hecho de la simplificación administrativa una prioridad clave de su ministerio. La instauración del control único responde a una de las demandas más apremiantes del sector y busca restablecer la confianza entre los agricultores y la administración pública.
Coordinación bajo la autoridad de los prefectos
La circular establece que los prefectos de cada departamento coordinarán todos los controles administrativos relacionados con el sector agrícola a través de una Misión Interservicios Agrícola (MISA). Esta iniciativa asegura que, durante cada campaña agrícola, los controles programables se realicen en un único paso por explotación, excluyendo procedimientos judiciales y fiscales.
Además, los prefectos tendrán en cuenta factores como las condiciones climáticas, sanitarias y económicas de las explotaciones, así como la carga de trabajo estacional de los agricultores, para programar las inspecciones de manera más eficiente.
Hacia una relación más fluida entre agricultores y administración
La nueva normativa incluye la creación de una «Carta de controles en agricultura», que recopilará buenas prácticas y fomentará el diálogo entre agricultores y organismos supervisores. También se contemplan controles a modo de prueba en explotaciones voluntarias o instituciones educativas, para familiarizar al sector con nuevas normativas.
Por otra parte, esta medida busca reducir la percepción de desconfianza hacia los funcionarios encargados de los controles, facilitando un ambiente de mayor cooperación y respeto mutuo.
Genevard destacó que este control único, largamente esperado, tiene como objetivo aliviar la carga burocrática de los agricultores y reforzar el vínculo de confianza entre el Estado y el sector agrario. Además, subrayó la importancia de esta iniciativa para garantizar la soberanía alimentaria y el equilibrio territorial en Francia.
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