Los bovinos poseen un sistema auditivo excepcionalmente desarrollado, capaz de detectar sonidos en un rango de frecuencias mucho mayor que el del oído humano. Este sentido tan agudo les permite identificar amenazas en su entorno natural y comunicarse entre ellos de manera efectiva.

El rango de audición de los bovinos se extiende desde los 23 Hz hasta los 35.000 Hz, superando al humano, que solo percibe entre 20 Hz y 20.000 Hz. Esto incluye sonidos de alta frecuencia que, para las personas, son imperceptibles.
Los sonidos ultrasónicos son emitidos por ciertos dispositivos tecnológicos utilizados en instalaciones ganaderas, como robots de ordeño y equipos de manejo de ganado. Estas emisiones podrían influir negativamente en el bienestar de los animales. El proyecto «UltraRind» del Instituto de Biología de Animales de Granja (FBN) en Dummerstorf, Alemania, está investigando cómo los sonidos generados en los entornos ganaderos, particularmente en el rango del ultrasonido, pueden afectar su bienestar. Cabe destacar que estudios previos ya habían sugerido que los bovinos perciben ultrasonidos como molestos.
Metodología del estudio
Para el estudio, el equipo de investigación realizó grabaciones de sonido en diferentes instalaciones ganaderas alemanas. Se analizaron dispositivos como robots de ordeño, salas de ordeño y equipos para el manejo de pezuñas. Las grabaciones se limpiaron de ruidos ambientales y se categorizaron en tres tipos de señales:
- Señal completa, que incluye todo el rango de sonidos del dispositivo.
- Señal de baja frecuencia, limitada a tonos audibles para los humanos (<20.000 Hz).
- Señal de alta frecuencia, que abarca exclusivamente ultrasonidos (>20.000 Hz).
Estas grabaciones se reprodujeron a terneros de hasta cinco meses de edad en condiciones controladas. Cada pareja de animales se colocó en boxes individuales para minimizar influencias externas y permitir un análisis detallado de sus respuestas.
Durante el experimento, se evaluaron varios indicadores de estrés y comportamiento. Se midió la frecuencia cardíaca mediante correas especializadas y los niveles de cortisol en saliva, además de observar la conducta de los animales mediante grabaciones de video. Antes de exponerlos a los sonidos, los investigadores reprodujeron silencio para establecer una referencia base y evitar interferencias causadas por los altavoces.
Cada grupo de animales estuvo expuesto a diferentes sonidos durante tres semanas, alternando los dispositivos analizados. Entre cada fase experimental, los terneros tuvieron periodos de descanso para evitar el estrés acumulativo.
Aunque los resultados definitivos aún están en proceso de análisis, el equipo espera obtener información crucial sobre cómo los bovinos perciben y reaccionan a los sonidos ultrasónicos. Esto permitirá optimizar el diseño de instalaciones ganaderas, asegurando que los dispositivos tecnológicos no generen molestias auditivas para los animales. El objetivo final es desarrollar establos orientados al bienestar animal, que no solo cumplan con estándares de productividad, sino que también mejoren la calidad de vida de los animales.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.