El Scirtothrips aurantii, conocido como trips de Sudáfrica, se ha convertido en una de las amenazas fitosanitarias más preocupantes para la agricultura europea. Esta plaga, originaria de África y Yemen, ha logrado expandirse rápidamente a nuevas regiones a través del comercio internacional de plantas y productos vegetales.
El Scirtothrips aurantii es una plaga que históricamente ha causado graves daños en el sur de África, afectando a cultivos como cítricos, mango, plátano y té. Su capacidad de adaptación y propagación ha permitido que se establezca en nuevas regiones fuera de su área de origen, como Australia y, recientemente, en Europa.
En España, la primera detección de S. aurantii ocurrió en septiembre de 2020 en los municipios de Cartaya y Lepe, en la provincia de Huelva (Andalucía). Desde entonces, su presencia se ha confirmado en diversas regiones del país, con focos activos en la Comunidad Valenciana y las provincias de Córdoba y Málaga. En 2022, también se registraron brotes en Portugal, lo que evidencia un crecimiento preocupante en la Península Ibérica.
Dificultades en el control del trips de Sudáfrica
El Scirtothrips aurantii es particularmente difícil de controlar por varios motivos. Según ASAJA Alicante, el primer desafío radica en su tamaño extremadamente reducido, lo que le permite ocultarse en partes de la planta donde solo expertos pueden detectar su presencia en los primeros estadios de desarrollo. La falta de herramientas accesibles para los agricultores dificulta la detección temprana, lo que favorece su proliferación sin control.
El segundo gran problema es su alta capacidad reproductiva. Una vez que la plaga se instala en un cultivo, su expansión es muy rápida y, cuando los daños se hacen visibles, ya son irreversibles. Este comportamiento biológico hace que su control sea especialmente complicado si no se detecta a tiempo, incrementando las pérdidas económicas para los agricultores.
¿Cómo se propaga el trips?
El trips sudafricano se desplaza principalmente a través del comercio de material vegetal contaminado. A diferencia de otras plagas que requieren vectores específicos para su expansión, S. aurantii puede establecerse con facilidad en nuevas regiones si encuentra las condiciones ambientales adecuadas y hospedantes apropiados.
- Transporte de material vegetal contaminado: la plaga se introduce en nuevas áreas a través de plantas, frutas y material de vivero infectado.
- Movilidad de los adultos: aunque los trips adultos pueden volar, su capacidad de desplazamiento es limitada. Sin embargo, el viento y las corrientes de aire pueden facilitar su dispersión a corta y media distancia.
- Condiciones climáticas favorables: temperaturas cálidas y humedades elevadas favorecen su desarrollo y aceleran su ciclo reproductivo.
Una vez asentado en un territorio, su ciclo de vida corto y su tasa de reproducción elevada lo convierten en una plaga difícil de erradicar sin medidas de control adecuadas.
Daños en los cultivos afectados
El Scirtothrips aurantii se alimenta de frutos y hojas, provocando daños celulares severos que reducen la calidad comercial de las cosechas. Su actividad causa deformaciones en los tejidos vegetales, manchas en los frutos y disminución de la capacidad fotosintética de las plantas, lo que repercute en una menor producción y en el debilitamiento general de los cultivos.
Los cultivos más afectados en España incluyen:
- Cítricos (naranjas, limones y mandarinas): afecta la piel del fruto, reduciendo su calidad comercial y provocando su depreciación en el mercado.
- Caqui: provoca manchas en los frutos y deformaciones, afectando su valor comercial.
- Uva de mesa: interfiere en el crecimiento de los racimos y reduce su calibre.
- Granado y aguacate: el daño en los tejidos vegetales debilita la planta y afecta la producción.
Según ASAJA Alicante, las pérdidas económicas generadas por la plaga son especialmente severas, ya que las manchas en la piel del fruto dificultan su comercialización, aunque no afectan su calidad interna ni su sabor.
Impacto económico y respuesta de la administración
Desde su detección en España, el avance del trips de Sudáfrica ha generado pérdidas millonarias para los agricultores. En 2024, las pérdidas directas ocasionadas por la plaga superaron los 80 millones de euros, según datos de AVA-Asaja, a lo que se suma un importante desperdicio de producción agrícola que no pudo ser comercializada debido al deterioro de los frutos.
El Scirtothrips aurantii está catalogado como una plaga de cuarentena en la Unión Europea, lo que implica la necesidad de aplicar estrictas medidas fitosanitarias para su control. En España, la Generalitat Valenciana y otras administraciones autonómicas han implementado planes de acción con el objetivo de contener su expansión.
ASAJA Alicante ha solicitado a la Conselleria de Agricultura la creación de una red de monitorización en las zonas más afectadas, especialmente en la Vega Baja y el Camp d’Elx, con el fin de detectar la plaga en sus fases iniciales y permitir a los agricultores ajustar sus tratamientos de manera más efectiva.
La asociación agraria ha criticado la falta de medidas adecuadas por parte de la administración y ha insistido en que la responsabilidad no puede recaer únicamente en los agricultores, quienes ya enfrentan sobrecostes derivados de la compra de maquinaria, fitosanitarios y contratación de personal especializado.
El avance del trips de Sudáfrica en España representa un desafío creciente para la agricultura, especialmente en comunidades como Andalucía, la Comunidad Valenciana y Murcia, donde los cultivos frutales tienen un peso económico significativo. La coordinación entre administraciones, investigadores y productores será clave para contener la expansión de esta plaga y minimizar sus efectos en el sector.
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