El comercio internacional de productos agrícolas afronta un escenario complejo en 2025, condicionado por factores climáticos, fluctuaciones en los precios y tensiones comerciales. Las estimaciones sobre la producción global de cultivos clave, como trigo, maíz, arroz y soja, muestran niveles estables en comparación con el año anterior, aunque con diferencias marcadas entre regiones y mercados, como reflejan los datos del último informe AMIS Market Monitor.
Producción y oferta de los principales cultivos
El mercado del trigo se mantiene en niveles similares a los de 2024, con incrementos en países como Australia, Kazajistán y Estados Unidos, que compensan las caídas observadas en Rusia y la Unión Europea. Sin embargo, la oferta total se ha reducido ligeramente debido a menores existencias iniciales, lo que podría generar un ajuste en el mercado en los próximos meses. Además, las restricciones de exportación en Rusia y la UE están afectando el comercio del cereal.
En cuanto al maíz, la producción mundial experimenta un descenso del 2 % respecto a 2023, afectada principalmente por la reducción de cosechas en Brasil y Estados Unidos. A pesar de esta caída en la oferta, la demanda ha crecido un 1,4 %, impulsada por el incremento en el uso de maíz como pienso en México y Rusia. Sin embargo, los stocks han caído un 4,3 % y el comercio ha disminuido en un 6,7 %, debido a la reducción de exportaciones desde Brasil, India y Rusia, junto con una menor demanda de China.
El arroz presenta una tendencia al alza gracias a mejores cosechas en China, Malí, Nepal y Vietnam, lo que ha permitido compensar la caída de producción en Filipinas y Senegal. Además, los stocks globales han alcanzado un récord histórico, ya que tanto importadores como exportadores han optado por aumentar sus reservas para estabilizar el suministro.
Para la soja, las previsiones indican una leve disminución en la producción global, consecuencia de menores cosechas en Argentina y Estados Unidos. No obstante, esta reducción se ha equilibrado con una mayor producción en Brasil, Canadá y Sudáfrica. A pesar de los recortes en la producción, las existencias globales siguen siendo altas, lo que ha reducido el impacto en el mercado.
Factores climáticos y su impacto en la agricultura
Las condiciones climáticas continúan siendo un factor determinante en la evolución del sector agrícola. La temperatura media mundial en 2024 fue la más alta registrada desde 1850, lo que ha generado mayor volatilidad en los rendimientos de los cultivos. Además, el fenómeno La Niña, presente desde diciembre de 2024, está influyendo en las precipitaciones en diversas regiones. En el sur de EE.UU., Centroamérica, Sudamérica y Asia Central riesgo de sequías mientras que un exceso de lluvias en Asia Sudoriental, África Meridional y el norte de América del Sur.
En cuanto a los cultivos, el trigo de invierno en la UE, Rusia y Ucrania enfrenta condiciones mixtas debido a temperaturas superiores a la media, que podrían aumentar el riesgo de daños invernales. En el caso del maíz, la sequía ha afectado a los cultivos en Argentina y Sudáfrica, mientras que en Brasil la siembra ha sido más lenta de lo habitual por lluvias excesivas en algunas zonas y sequía en otras.
Para el arroz, la siembra en India y Vietnam avanza en condiciones favorables, aunque en este último preocupa la intrusión de agua salina en el delta del Mekong. En el caso de la soja, las perspectivas son mixtas en Argentina y Sudáfrica, con estrés hídrico afectando algunos lotes.
Precios y comercio internacional
Los precios de los principales cultivos han experimentado variaciones en comparación con el año anterior.
- Trigo: Las cotizaciones se han mantenido estables debido a la incertidumbre climática y las restricciones en Rusia y la UE, que están limitando las exportaciones.
- Maíz: Ha alcanzado su nivel de precios más alto en 15 meses, impulsado por preocupaciones sobre la oferta y la menor disponibilidad de stocks.
- Arroz: Se han ajustado al alza las previsiones de exportaciones debido a un repunte en las ventas de India, Tailandia y Vietnam. Además, Filipinas ha triplicado el presupuesto de su Fondo de Competitividad del Arroz, lo que ha influido en la demanda.
- Soja: Se mantienen niveles similares a los de 2024, con una reducción en las ventas de EE.UU., compensada por un incremento en Brasil y Argentina.
Factores políticos y regulaciones comerciales
Las recientes decisiones en materia de política comercial han generado incertidumbre en los mercados agrícolas:
- Estados Unidos ha impuesto aranceles del 25 % a importaciones de México y Canadá, y del 10 % a productos de China. Sin embargo, la aplicación ha sido postergada 30 días en el caso de México y Canadá.
- India ha reducido los límites de almacenamiento de trigo, lo que podría afectar la comercialización interna.
- Turquía ha flexibilizado las restricciones a la importación de trigo para la producción de harina.
- Kazajistán ha levantado su prohibición de importaciones de trigo.
- Rusia ha extendido su prohibición de exportación de arroz y cereales por otros seis meses, lo que afecta el comercio global.
Perspectivas para 2025
Las previsiones para el sector agrícola en 2025 apuntan a un año de estabilidad en la producción, aunque los desafíos climáticos y políticos seguirán condicionando la evolución de los mercados. La incertidumbre en torno a las políticas comerciales de EE.UU., las fluctuaciones en los precios de la energía y los fertilizantes, y la necesidad de adaptación a condiciones climáticas más extremas, serán factores clave en la dinámica del comercio agrícola mundial en los próximos meses.
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