La crisis del sector cerealista en Castilla y León sigue agudizándose ante la imposibilidad de cubrir los costes de producción con los precios actuales, lo que está llevando a muchos agricultores a abandonar el cultivo. Las organizaciones agrarias ASAJA y la Alianza UPA-COAG han convocado una nueva protesta para el lunes 17 de febrero en la planta de biocarburantes de Babilafuente (Salamanca), poniendo el foco en los operadores comerciales, a quienes acusan de devaluar artificialmente el mercado mediante importaciones masivas y especulación.
Las movilizaciones en defensa del cereal, que han incluido protestas frente a administraciones públicas y la industria harinera y de piensos, continúan en un contexto de precios de derribo, que han reducido progresivamente la superficie cultivada y ponen en serio peligro la viabilidad de miles de explotaciones en la región, principal productora de España.
Los productores de cereal denuncian que la crisis económica del sector responde a dos factores principales:
- El elevado coste de los insumos agrícolas, como fertilizantes, semillas, fitosanitarios, energía y combustibles, cuyos precios han aumentado significativamente en los últimos años.
- La presión de las importaciones, que los grandes operadores utilizan para reducir los precios pagados a los productores nacionales, dejando al cereal fuera de la evolución económica ordinaria.
ASAJA y UPA-COAG advierten que la situación podría agravarse aún más con la posible firma del acuerdo UE-MERCOSUR, los aranceles a la importación de fertilizantes desde Rusia y Bielorrusia, y las tensiones comerciales derivadas de la política económica de Estados Unidos.
Un precio del cereal estancado desde hace 40 años
Los agricultores insisten en que los precios del cereal no han evolucionado en las últimas cuatro décadas, mientras que los costes de producción han crecido a un ritmo del 2 % anual. La maquinaria, los fertilizantes, los salarios, los combustibles y la electricidad han experimentado un encarecimiento constante, mientras que el valor del cereal se mantiene en niveles que hacen inviable la rentabilidad de las explotaciones.
Llamamiento a la movilización
Ante este escenario, las organizaciones agrarias convocantes han instado a todos los agricultores y ganaderos de Castilla y León a participar en la concentración del próximo 17 de febrero, reclamando medidas urgentes para evitar la desaparición del cultivo de cereal en la comunidad. Consideran que, de no corregirse la situación, muchas explotaciones quedarán abocadas al cierre, con graves consecuencias para el sector agroalimentario y la economía rural.
Como no se pongan las pilas los sindicatos nos va ir mal.
No se puede ir a manifestaciones regionales 150 personas.
Los de las gambas ahora salen cuadrilla de inutiles