El Gobierno de Cantabria aplicará el máximo porcentaje de extracción permitido en el vigente Plan de Gestión del Lobo, que establece un cupo del 20 % de la población total de la especie. Según los datos actuales, esto supone la extracción de 41 ejemplares, una cifra determinada en base a criterios técnicos y objetivos para compatibilizar la conservación del lobo con la actividad ganadera.
Con la reciente salida del lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE), la Consejería de Desarrollo Rural de Cantabria retoma la posibilidad de aplicar controles poblacionales con extracciones completamente reguladas. En la actualidad, se contabilizan al menos 23 manadas de lobo distribuidas en más de 4.000 km², con densidades que superan los 3 ejemplares por cada 100 km². Esto sitúa la población total por encima de los 200 individuos en la comunidad autónoma.
La Junta ha justificado la aplicación del cupo máximo de extracción en la evolución demográfica de la especie, que ha multiplicado por ocho el número de grupos familiares en las últimas tres décadas y ha ampliado en un 92 % su área de distribución, incluyendo zonas cercanas a la costa y núcleos urbanos. Esta expansión ha derivado en más de 2.600 ataques al año que ocasionan más de 3.200 muertes de ganado, afectando a un millar de ganaderos y con un coste superior a 1,7 M€ en indemnizaciones.
La Consejería considera imprescindible volver a aplicar las medidas del artículo 6.2 del Plan de Gestión del Lobo, orientadas al control de ejemplares. La resolución que dará inicio a las extracciones se publicará en el Boletín Oficial de Cantabria una vez que la Ley de Desperdicios Alimentarios se publique en el BOE, y tendrá vigencia hasta julio de 2026.
Las extracciones se repartirán geográficamente de la siguiente forma: 4 ejemplares en Liébana; 5 en Nansa; 5 en Saja; 5 en Besaya; 5 en Pas-Pisueña; 2 en Asón-Miera; y 10 en Campoo Los Valles. En cuanto a las actuaciones en el Parque Nacional de los Picos de Europa, seguirán los protocolos establecidos por la Comisión de Gestión conjunta con Asturias y Castilla y León, manteniendo la coordinación tanto dentro como fuera del espacio protegido.
Los controles serán ejecutados por los Agentes de Medio Natural de la Consejería, tal como estipula el Plan de Gestión. Además, se ha presentado un borrador del nuevo plan que podría aprobarse a lo largo del año. El texto provisional prevé la incorporación de nueve nuevos municipios a la Zona 1, alcanzando un total de 45. Esta clasificación se asigna en función de la presencia del lobo y de los daños registrados, e incluirá a Arredondo, Cabezón de la Sal, Mazcuerras, Miera, Los Corrales de Buelna, Herrerías, Ruesga, San Felices de Buelna y Valdáliga.
Asimismo, se ha planteado la actualización del baremo de indemnizaciones por daños, que presenta actualmente un desfase, y cuya revisión se abordará en mesas de trabajo con entre cuatro y cinco reuniones, con el objetivo de tenerlo listo a finales de junio. La Consejería ha subrayado que el documento es provisional y está abierto a modificaciones, apostando por un proceso transparente y consensuado con todos los actores implicados.
En la Mesa del Lobo están representadas las organizaciones profesionales agrarias, cooperativas, AFCA, la Federación de Razas, asociaciones de ganaderos de pequeños rumiantes, la Federación de Municipios, entidades ecologistas, conservacionistas y personal técnico de la propia Consejería.
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