El proyecto de ley conocido como «ley Duplomb» fue aprobado el pasado viernes en la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Francesa, con 26 votos a favor y 13 en contra. Esta iniciativa, que permitiría el uso de ciertos fitosanitarios y flexibiliza el procedimiento de autorización medioambiental de la ampliación de las explotaciones ganaderas, entre otras medidas, será examinada por la Asamblea Nacional a partir del 26 de mayo. El objetivo declarado por los impulsores del proyecto de ley es «eliminar las restricciones» que, según defienden, dificultan el trabajo del sector agrario.
La propuesta ha sido impulsada por el senador Laurent Duplomb, que es ganadero de leche en Haute-Loire y cuenta con una explotación de 130 vacas que cría en Saint-Paulien con su esposa, su hijo y su sobrino. Una de la medidas más polémicas es la de derogar durante tres años la prohibición del acetamiprid, un fitosanitario de la familia de los neonicotinoides que está prohibido en Francia desde 2018, pero sigue autorizado en otros países de la Unión Europea. El sector de la remolacha y el de la avellana reclaman su uso como única alternativa eficaz frente a determinadas plagas.
Desde los sectores ecologistas se ha rechazado frontalmente esta ley, que consideran un retroceso en la protección ambiental. Por el contrario, la retórica del senador Duplomb, con declaraciones como “tengamos el coraje de escapar del oscurantismo verde”, «dejemos de disculparnos por ser agricultores y ganaderos» o “no vayamos hacia la regresión en soberanía alimentaria”, ha calado en una parte del espectro político y en sectores agrarios.
La organización agraria FNSEA (Fédération Nationale des Syndicats d’Exploitants Agricoles) ha anunciado movilizaciones a partir del 26 de mayo para mantener la presión sobre los diputados que deben pronunciarse sobre la ley en la Asamblea Nacional. Estas movilizaciones buscan asegurar que las demandas del sector agrícola y ganadero sean tenidas en cuenta durante el debate parlamentario.
En Francia los sindicatos agrarios SE MUEVEN POR y PARA los Agricultores y Ganaderos.
En España todos los sindicatos son unos estómagos agradecidos por las subvenciones que reciben.