El Departamento de Agricultura del Gobierno Vasco ha presentado un ambicioso Plan Sectorial de Activación de la Patata de Siembra, dotado con un presupuesto inicial de 6,78 M€ para el periodo 2025-2026. La iniciativa pretende revertir la caída sostenida del cultivo en Álava y consolidar una cadena de valor eficiente, sostenible y tecnificada.
Un cultivo estratégico con fuerte retroceso
Álava ha sido históricamente una de las principales zonas productoras de patata de siembra en España, con unas condiciones agroclimáticas óptimas y un sector cooperativo sólido. No obstante, desde mediados de los años noventa, la superficie cultivada ha caído de 5.600 ha en 1985 a solo 440 ha en 2024. La producción actual ronda las 7.000 t, pero la falta de relevo generacional, el aumento de costes y los riesgos fitosanitarios han frenado su desarrollo.
Según la consejera Amaia Barredo, es preciso actuar de forma decidida para revitalizar este cultivo de alto valor añadido, clave para la soberanía alimentaria, el equilibrio agronómico y la diversificación económica del medio rural vasco.
Tres ejes: conocimiento, inversión y activación
El plan se estructura en torno a tres líneas estratégicas:
- Conocimiento: formación técnica, asesoramiento especializado y desarrollo de nuevas variedades adaptadas al clima y al mercado.
- Inversiones: apoyo a las cooperativas y entidades productoras para modernizar sus infraestructuras y mejorar su capacidad de multiplicación.
- Activación sectorial: incorporación de nuevas explotaciones, fomento del relevo generacional y fortalecimiento de la cadena de valor local.
Con estas medidas, el Gobierno Vasco aspira a incrementar en un 50 % la superficie dedicada al cultivo de patata de siembra en cinco años y alcanzar las 8.200 ha a medio plazo, duplicando así su impacto económico en Álava.
Mercados
En el País Vasco, las entidades autorizadas para la producción de patata de siembra deben cumplir con ciertos requisitos establecidos por la normativa europea: es necesario que la entidad posea el título de productor de patata de siembra, que realice controles previos de la semilla e inspecciones de campo, que siembre con semilla certificada y que cumpla con la normativa aplicable en cuanto al cultivo, almacenamiento y conservación de la patata de siembra.
Una de las principales entidades en este ámbito es NEIKER que realiza la producción de material inicial de alta calidad -mini tubérculos- que pueden emplear el resto de las entidades para su multiplicación. También están reconocidas como entidades productoras de Patata de Siembra Certificada Udapa S. Coop., Alavesa de Patatas, San Vitor y Nuestra Señora de Ocón.
Soberanía productiva y alianzas locales
El plan incide también en la necesidad de reducir la elevada dependencia de semilla base importada, que actualmente alcanza el 80 %, y fomentar la producción local de material vegetal certificado. En Euskadi, la especialización de la producción de la patata base se mantiene en un 6% sustentada por Alavesa de Patatas y NEIKER, encargados de la producción de mini-tubérculos.
Barredo ha destacado como ejemplo de esta estrategia a la variedad ‘Edurne’, desarrollada por el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (NEIKER) en colaboración con la cooperativa alavesa UDAPA. ‘Edurne’ es una patata de piel fina y carne amarilla clara, que ha demostrado una excelente aptitud tanto para freír como para cocer. Esta variedad ha sido cultivada en campos de Araba, mostrando una buena adaptación agronómica Todavía se encuentra en sus primeros años de multiplicación y se han marcado con precintos diferenciales 34.500 kilos en la última campaña.
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