Las principales organizaciones agrarias y cooperativas de Aragón, junto con plataformas ganaderas y entidades afectadas por la fauna silvestre, han reclamado este viernes una actuación inmediata por parte del Gobierno de Aragón y del Ejecutivo central. Denuncian que la proliferación de especies cinegéticas y protegidas está llevando al límite la viabilidad de muchas explotaciones agrícolas y ganaderas de la comunidad.
Según advierten, la presión que ejerce la fauna salvaje sobre los cultivos, el ganado y las infraestructuras agrarias ha aumentado de forma exponencial en los últimos años. Estiman que los daños superan ya los 45 millones de euros anuales, afectando a más de 100.000 hectáreas de cultivo y a numerosas explotaciones ganaderas y apícolas.
Daños generalizados en todo el territorio
Entre las especies que más perjuicio están generando se encuentran los conejos, cuya expansión descontrolada está afectando a más de 50.000 ha en comarcas como Monegros, Bajo Gállego, Ribera Alta, Valdejalón o Cariñena. Los daños alcanzan cereales, leguminosas, viñedos y frutales, y los viticultores alertan de pérdidas irreparables en cepas viejas.
En la comarca de la Sierra de Albarracín, son los ciervos los que arrasan los cultivos de trigo y cebada. Solo en la zona de influencia de la Reserva de Montes Universales se contabilizan ya 10.000 ha afectadas, y muchos agricultores han optado por dejar de sembrar.
También se registran importantes daños por corzos y cabras en frutales, olivos, viña y almendros en zonas como Calatayud, Caspe o Matarraña, y por jabalíes en explotaciones de cereal en Jacetania, Jiloca o Bajo Aragón. Estos últimos, además, dañan vallados y otras infraestructuras por su fuerza y tamaño.
Lobo y oso: una amenaza creciente
Las organizaciones también denuncian que los programas de recuperación del lobo y el oso han favorecido su expansión más allá de su hábitat histórico, generando serios problemas en explotaciones ganaderas. En el caso del lobo, desde su aparición en Monegros en 2017, los ataques a rebaños de ovino han sido recurrentes en zonas como Cinco Villas, Jacetania y Bajo Aragón, provocando no solo muertes directas, sino abortos y estrés en los animales.
En el Pirineo, la presencia del oso continúa generando pérdidas en la ganadería de montaña, especialmente en Ribagorza, Sobrarbe y Alto Gállego, donde se registraron 35 ataques solo en 2024.
Nuevas amenazas: castores, abejarrucos y velutinas
A estas especies se suman otras problemáticas como la del castor, cuya introducción ilegal ha provocado daños graves en frutales en las riberas del Ebro y Jalón. También preocupa el abejarruco, que afecta de forma directa e indirecta a los colmenares, y la vespa velutina, una especie invasora que diezma las poblaciones de abejas melíferas.
Reclamaciones al Gobierno
Ante esta situación, las organizaciones convocantes (ARAGA, ASAJA, UAGA-COAG, UPA, Cooperativas agroalimentarias, la plataforma contra el lobo y el oso en Aragón, y Paidas) exigen al Gobierno de Aragón y al Gobierno central medidas eficaces de control poblacional de fauna silvestre, así como compensaciones económicas ajustadas a los daños reales sufridos. Consideran que la falta de acción institucional compromete la continuidad del sector agrario y ganadero en muchas zonas del territorio.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.