La Compañía Nacional de Abastecimiento de Brasil (Conab) estima que la producción total de maíz en la campaña 2024-2025 alcanzará los 126,9 millones de toneladas, lo que representaría la segunda mayor cosecha de la historia del país. La previsión supera en un 10 % a la del año anterior, impulsada principalmente por las condiciones climáticas favorables que han beneficiado al maíz de segunda cosecha, conocido como safrinha, que representa cerca del 78 % de la producción total.
Producción histórica con superficie estable
Según Conab, el aumento de la cosecha no se debe a un incremento significativo del área cultivada, que apenas ha subido un 1,5 %, pasando de 21 millones a 21,4 millones de hectáreas, sino al aumento del rendimiento medio estimado en 5,95 toneladas por hectárea, lo que supone un crecimiento del 8 % respecto al año anterior. Este rendimiento es el más alto registrado hasta ahora, especialmente gracias a la evolución del maíz safrinha tras la recolección de la soja.
Los datos de teledetección muestran un índice de vegetación muy por encima de la media en las principales zonas productoras del Centro-Oeste, Sudeste y Sur del país, lo que refuerza las previsiones optimistas.
El maíz de segunda cosecha impulsa el récord
Se espera que la producción del maíz safrinha ascienda a 99,8 millones de toneladas, lo que marcaría también su segundo mejor registro histórico. En apenas 20 años, la producción de esta segunda cosecha se ha multiplicado por nueve, al pasar de 10,7 millones de toneladas en 2005-06 a casi 100 millones en la actualidad. La campaña 2023 estuvo marcada por la sequía, pero este año las lluvias de abril y mayo han sido determinantes en el resultado.
En contraste, el maíz de primera cosecha (recolectado entre enero y abril) ha retrocedido un 22 % en las dos últimas décadas, pasando de 31,8 millones a 24,7 millones de toneladas, debido a la sustitución por cultivos más rentables como la soja. En la tercera cosecha, cultivada entre septiembre y diciembre en zonas del noreste, se prevé una producción de 2,4 millones de toneladas, un 4 % inferior a la de la campaña anterior.
Menos exportaciones por mayor demanda interna
A pesar del repunte productivo, se espera que las exportaciones de maíz brasileño se reduzcan en 3,6 millones de toneladas, alcanzando los 36 millones de toneladas en 2025, frente a los 38,5 millones de 2024. Esta bajada obedece al aumento del consumo interno, especialmente del sector ganadero y la industria del etanol.
Según Conab, 89,3 millones de toneladas del maíz de la cosecha actual se consumirán dentro del país, un 6,3 % más que el año pasado. El 70 % de ese volumen se destinará a la alimentación animal, y el 15 % a la producción de etanol, cuya industria ha crecido notablemente en el centro-oeste de Brasil. Actualmente hay 25 plantas de etanol de maíz en funcionamiento y 15 en construcción, según la Agencia Nacional de Petróleo y Biocombustibles.
Estados Unidos aprovecha la ralentización brasileña
Mientras se espera que Brasil recorte sus ventas al exterior, Estados Unidos ha incrementado sus exportaciones. El Departamento de Agricultura estadounidense (USDA) proyecta que las exportaciones de maíz de EE. UU. alcanzarán los 66 millones de toneladas en la campaña 2024-25, uno de los niveles más altos desde 2020-21.
Las ventas estadounidenses han superado las previsiones y, a finales de mayo, ya se había comprometido el 99 % del objetivo de exportación fijado por el USDA. Con una cosecha brasileña destinada cada vez más al consumo interno, los exportadores norteamericanos podrían seguir ganando cuota de mercado en los próximos meses, especialmente si sus precios continúan siendo competitivos.
Imaginemos que Mercosur estuviera vendiendo granos ya en europa, estaríamos hablando de 150 pavos tonelada de cereal,como dice luis planas