El informe «Perspectivas para el Comercio Agrícola de EE. UU.: Mayo de 2025» del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) proyecta un déficit comercial agrícola sin precedentes para el presente ejercicio fiscal. Con una diferencia de 19.700 millones de dólares entre importaciones y exportaciones solo entre enero y abril, el USDA anticipa que el desequilibrio total alcanzará los 49.500 millones de dólares al cierre del año, la cifra más alta registrada en la historia del país.
Este escenario marca la continuación de una tendencia iniciada en 2022, año en que EE. UU. dejó atrás décadas de superávit comercial en su balanza agrícola. En 2023, el déficit ascendió a 16.700 millones y se duplicó en 2024, con 31.800 millones. La evolución de la demanda mundial, la fortaleza del dólar y la pérdida de competitividad en mercados clave están detrás de este cambio de paradigma, de acuerdo con el análisis realizado por la organización agraria de EEUU American Farm Bureau Federation.
Las importaciones hortícolas ganan peso
El informe destaca que en 2025, casi la mitad (49 %) del valor total de las importaciones agrícolas corresponderá a productos hortícolas: frutas, verduras, frutos secos, vino y otras bebidas alcohólicas. Este fenómeno responde a la preferencia del consumidor estadounidense por una oferta variada y continua a lo largo del año, así como al aumento del consumo de productos listos para su consumo inmediato.
Aunque muchas importaciones complementan la producción nacional o cubren necesidades fuera de temporada, su crecimiento contrasta con la caída del valor de las exportaciones, especialmente de productos a granel como cereales y soja. Según el USDA, la fortaleza del dólar y los altos costes laborales en EE. UU. han encarecido sus productos, debilitando su posición frente a competidores como Brasil y Argentina.
Barreras, represalias y pérdida de mercados
Las dificultades se ven agravadas por barreras comerciales, aranceles de represalia y disputas en mercados relevantes como China y la Unión Europea. El USDA considera prioritario que Estados Unidos busque nuevos acuerdos comerciales o refuerce los existentes para ampliar sus oportunidades de exportación y revertir la tendencia.
Primer paso con el Reino Unido
En este contexto, el acuerdo comercial anunciado en mayo de 2025 entre EE. UU. y el Reino Unido representa un paso estratégico. El pacto elimina aranceles significativos, como el 20 % impuesto a la carne de res estadounidense y los aplicados al etanol, lo que favorecerá especialmente a los sectores de carne de res y maíz. El Reino Unido, que importó productos agrícolas estadounidenses por valor de 2.180 millones de dólares en 2024, constituye un mercado de alto valor para las exportaciones hortícolas y energéticas.
A pesar de no tratarse de un acuerdo de libre comercio integral, el entendimiento bilateral sienta las bases para futuras negociaciones en ámbitos más amplios y puede suponer un alivio parcial frente al deterioro de otros mercados clave.
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